Tawny Willoughby, una mujer de 29 años sufre de severas lesiones en su rostro luego de usar camas de bronceado cinco veces a la semana durante varios años.
Las dolorosas heridas de la joven fueron provocadas por el cáncer de piel que desarrolló después de recurrir a este tratamiento estético, y ahora busca concientizar a otros.
"Si alguien necesita un poco de motivación para no tumbarse en la cama de bronceado y tomar el sol, ¡aquí está!", escribió en sus redes sociales.
"Usa protector solar y obtén un bronceado en spray. Aprendan de los errores de otras personas. No permitan que el bronceado les impida ver crecer a sus hijos", continuó.
Sin embargo, está consciente de los riesgos a los que se expuso cuando era menor de edad, por ello, se ha convertido en una embajadora de la lucha por la prevención del cáncer de piel, gracias al impulso de las redes.
Las personas que se exponen a la luz ultravioleta, ya sea a través de los rayos del sol o de fuentes artificiales como camas bronceadoras, tienen mayor riesgo de desarrollarlo.
Los CDC indican que un cambio en la piel el signo más común de este cáncer. Estos cambios pueden incluir una lesión nueva, una llaga que no cicatriza o un cambio en un lunar.
Existen dos tipos de cáncer más frecuentes: el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular, que tienen altas probabilidades de curación, pero pueden provocar desfiguración.
Mientras que el tercer tipo es el melanoma, el cual es más peligroso y causa la mayor cantidad de muertes.
En la mayoría de los casos, los melanomas tienen una forma irregular y presentan más de un color.
El riesgo de manifestar un melanoma aumenta en las personas menores de 40 años, especialmente en las mujeres, pero se puede tratar con éxito si se detecta a tiempo.
Es importante mencionar que puede formarse en cualquier parte del cuerpo.
Aunque suelen aparecer en partes que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, las piernas, los brazos y el rostro, también pueden producirse en aquellos lugares que no tienen mucha exposición solar, como las plantas de los pies y las palmas de las manos, según Mayo Clinic.
Los expertos sugieren que algunos de los factores que pueden aumentar la probabilidad de padecer melanoma incluyen los siguientes:
1. Piel clara: tener menos pigmento en la piel significa que tienes menos protección contra la radiación UV, así que si tienes cabello rubio o pelirrojo, ojos claros o te quemas fácilmente con el sol, es más posible que padezcas melanoma.
2. Antecedentes de quemaduras solares: las quemaduras solares graves con ampollas pueden incrementar el riesgo.
3. Exposición excesiva a la luz ultravioleta: como se mencionó anteriormente, la exposición a luces y camas de bronceado aumenta las probabilidades.
4. Tener muchos lunares o lunares inusuales: como la presencia de más de 50 lunares comunes en el cuerpo o lunares que tienen a ser más grandes que los normales.
5. Personas con sistema inmunitario debilitado: así como aquellas que han sido sometidas a trasplantes de órganos.
Algunas medidas de prevención que recomiendan los expertos de la salud son:
1. Evitar el sol durante el mediodía: principalmente entre las 10:00 y 16:00 horas en Norteamérica.
2. Usar protector solar todo el año: aplica un bloqueador solar de amplio espectro en forma abundante sobre tu cuerpo, de al menos, FPS30, y reaplícalo cada dos horas.
3. Usa ropa de protección: cubre tu piel con prendas oscuras y de tejido ajustado que te protejan los brazos y las piernas. Y, si sales, utiliza un sombrero, éste te brindará mayor protección que una gorra.
Consulta a tu médico si observas cualquier cambio anormal en tu piel.
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