Más de seis tumores de melanoma en etapa terminal invadían el cuerpo de Isolde, quien ya no era candidata a otros tratamientos, pues sus doctores le daban sólo tres meses de vida. Sin embargo, logró derrotar al cáncer gracias a la inmunoterapia.
En 2017, un estudio revelaba que la mujer tenía numerosos tumores en todo el cuerpo, el más pequeño medía tres centímetros y el más grande 15, pero los doctores no podían extirparlos debido a la gravedad de su condición.
"Los tumores que yo tenía no eran operables", afirmó la mujer al programa mexicano Noticieros Televisa. "Ni la radioterapia ni la quimio eran opción porque son paliativos, el melanoma es muy agresivo y no reacciona al tratamiento", relató Isolde.
"Ya no había prácticamente nada que hacer", contó Isolde, cuya última esperanza era la inmunoterapia, un grupo de tratamientos que estimulan las defensas naturales del cuerpo para que puedan combatir el cáncer, de acuerdo con la American Society of Clinical Oncology.
"La inmunoterapia específicamente es un tratamiento que no es dirigido al tumor. Lo que hacemos es despertar al sistema inmunológico a reconocer a un tumor que se desarrolló escondiéndose del sistema inmune", afirmó al noticiero el oncólogo clínico Carlos Barrios.
Tambien llamada terapia biológica, es capaz de detener o retrasar el crecimiento de células cancerosas, lo que impide que el cáncer de disemine por el cuerpo y hace que el sistema inmune sea capaz de destruir dichas células malignas.
Un tipo de inmunoterapia son los anticuerpos monoclonales, los cuales son fabricados en un laboratorio y, una vez que se administran al paciente, atacan proteínas específicas de las células cancerosas, señalándolas para que el sistema inmune las encuentre y las elimine.
En el caso de Isolde, fue un éxito
Tras saber su desalentador diagnóstico, Isolde sólo anhelaba cumplir un deseo: poder ver a su hijo graduarse. Así que la mujer entró de lleno en el tratamiento de inmunoterapia para buscar recuperarse.
Isolde recibió 35 sesiones de terapia biológica vía intravenosa y los resultados fueron casi milagrosos. "A los seis meses yo ya no presentaba ningún tumor. Se fueron disolviendo, desapareciendo", contó la mujer.
Isolde había creído que, en el caso de que el tratamiento fuera exitoso y detuviera el cáncer, lo más probable es que llegara a la graduación de su hijo en un estado físico muy deteriorado, pues estaba pensando en los efectos secundarios que causa la quimioterapia.
"Voy a llegar sin pelo, voy a llegar muy delgada y a ver si llego", narró Isolde. No obstante, para su sorpresa, el tratamiento no la debilitó.
"Para mí, ese día fue muy importante, porque me di cuenta que no solamente había llegado a la graduación de mi hijo, sino que voy a estar en la boda de mis hijos, voy a conocer a mis nietos y tengo una vida por delante", afirmó.
Ese también fue el caso de Tanner Noble, quien desarrolló cáncer de tiroides en etapa 4, logró salvarse de morir, y pudo asistir a su propia graduación, contra todos los pronósticos de los doctores, pues la quimioterapia no podía ayudarlo.
"Es prácticamente un milagro y yo creo que este es el paradigma del tratamiento del cáncer en el futuro", aseguró Isolde sobre la inmunoterapia. Sin embargo, este tratamiento aún tiene importantes obstáculos por sortear.
El costo es muy elevado
Desafortunadamente, en México, como en otros países, la inmunoterapia sigue siendo un tratamiento sumamente costoso, lo que se convierte en un impedimento para que la mayoría de las personas acudan a él.
En dicho país, este tratamiento tiene un costo que puede alcanzar los 180,000 pesos al mes, aproximadamente unos 9,200 dólares. Por suerte, existen algunas opciones a las que pueden recurrir los pacientes que no tengan los recursos económicos suficientes.
"Es bien importante que nosotros accedamos a centros donde tienen investigación activa porque un paciente no paga tratamiento", aconsejó el oncólogo Miguel Ángel Álvarez Avitia, del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN).
Los expertos coinciden en que es vital que haya más alternativas de investigación clínica disponibles para pacientes con cáncer en América Latina, para disminuir costos y para explorar los efectos secundarios que la inmunoterapia puede tener.
Efectos secundarios de la terapia biológica
A diferencia de la quimioterapia, que puede afectar seriamente al organismo, la inmunoterapia se enfoca en las células cancerígenas. Pero esto no siempre ocurre, pues puede perjudicar a las células sanas y provocar reacciones adversas.
"Menos del 1 % de los pacientes con este tipo de terapias tienen una toxicidad grave", dijo Álvarez Avitia, quien considera que es un número aceptable. "Es incluso mejor tolerada que la quimioterapia, con la que teníamos 50 años trabajando", afirmó.
Según la American Society of Clinical Oncology, los efectos secundarios dependen del tipo de tratamiento, del tipo de cáncer, de la ubicación de los tumores y de la salud en general de la personas.
Así que los expertos recomiendan a los pacientes que reciban terapia biológica que comuniquen de inmediato a su doctor cualquier problema médico que aparezca o que empeore, incluso si no se trata de algo grave.
En esos casos, los médicos suelen detener el tratamiento o administrar un medicamento corticosteroide, dependiendo de la gravedad de los efectos secundarios. Algunos de ellos pueden ser:
- Reacciones en la piel como ampollas, sensibilidad y fragilidad.
- Fatiga, debilidad o cansancio intenso.
- Náuseas, mareos y vómitos.
- Dolor en todo el cuerpo.
- Presión arterial alta o baja.
- Falta de aire.
- Hinchazón de las piernas.
- Aumento de peso.
- Hipotiroidismo.
Por fortuna, no sólo la inmunoterapia se ha convertido en una alternativa exitosa contra el cáncer. También existe un tratamiento desarrollado por el Nagourney Cancer Institute, el cual podría funcionar hasta en los pacientes más graves.
Ese fue el caso de Lori Morris, cuyos síntomas de asma resultaron ser cáncer de pulmón terminal, que había invadido todo su cuerpo. La mujer contactó al instituto, el cual diseñó un tratamiento específico para sus tumores, lo que le salvó la vida.
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