Kate Middleton, el príncipe William, George y Charlotte acudieron a la regata King’s Cup celebrada en la Isla de Wight, en donde la familia real llamó la atención por varios motivos: el encantador sombrerito de marinero de George, los pantalones cortos de la duquesa, pero sobre todo el inesperado gesto que Charlotte hizo a las cámaras, y que se ha vuelto viral.
La pequeña princesa, de tan solo cuatro años, iba de la mano de su mamá saludando a los asistentes al evento deportivo y a los medios de comunicación, luciendo hermosa con un vestido azul y su cabellera recogida en una ponytail.
Sin embargo, cuando Kate le pidió que volteara a las cámaras Charlotte obedeció, pero aprovechó la oportunidad para mostrarle la lengua a los fotógrafos.
Este travieso guiño de la infanta de inmediato generó furor entre los presentes y lo que más sorprendió fue la manera de reaccionar de su madre, a quien en pocas ocasiones se le ha visto perder la compostura.
La duquesa de Cambridge de inmediato tomó a su hija por el hombro y le pidió que no mostrara la lengua. Inmediatamente Kate soltó la carcajada y siguió con su desfile, con una sonrisa en el rostro.
Federico Bianchi de Castelbianco, psicoterapeuta infantil especializado en lenguaje, explicó a Telecinco que este tipo de muecas o gestos graciosos no deben ser reprimidos en los menores ya que constituyen parte importante de su forma de comunicarse.
“Los gestos graciosos son un modo de comunicación y abren un espacio a la fantasía. Son un acto liberador que los niños usan para expresarse y hacerse entender”, puntualizó el experto.
Bianchi señaló que regañarlos o reprimir este comportamiento es un error ya que los niños menores de seis años no deben adoptar actitudes de adultos y deben dejar fluir libremente sus emociones.
“Los gestos graciosos, por lo tanto, deben ser permitidas desde el año y medio hasta los 5 años… se comprende el estado de salud del pequeño: a través de los ojos, por ejemplo, es fácil entender cómo está”, indicó.
Con el avance del desarrollo de los menores se pierde el “uso de la vitalidad espontánea” ya que se va adquiriendo mayor vocabulario y control de la palabra.
Además, el psicoterapeuta italiano expresó que las muecas y monerías son buenas hasta para los adultos ya que permiten expresar las emociones y sentimientos de una manera libre y espontánea.
En el caso de los niños, mostrar la lengua o hacer alguna señal obscena no está ligado forzosamente a una mala intención, por el contrario, podría tratarse de una muestra de su estado de ánimo. Tal vez la princesa Charlotte no se encontraba de buenos ánimos.
De acuerdo con la explicación de Federico Bianchi, Kate habría actuado de forma correcta, con calma y un poco de buen humor.
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