El Mycoplasma genitalium, también conocido como Micoplasma genital, es una casi desconocida enfermedad de transmisión sexual que podría dejar a algunas mujeres infértiles.
De acuerdo con Psicología y mente, la infección por el microplasma genital es una enfermedad de transmisión sexual que se considera emergente, debido a que suele confundirse con otras ETS como la clamidia.
Síntomas
Si bien la infección por MGen puede aparecer como asintomática durante años, en algunos casos suelen aparecer síntomas entre una y tres semanas posteriores al contagio, y pueden variar entre hombres y mujeres.
Mujeres:
1. Dolor al orinar.
2. Malestar en la pelvis al mantener relaciones sexuales o incluso al caminar.
3. Enrojecimiento de la uretra e inflamación de la vejiga.
4. Flujo oloroso y sangrados anormales.
Esta enfermedad, como se mencionó anteriormente tiene la capacidad de causar la pérdida de la fertilidad, así como nacimientos prematuros.
Asimismo, pueden aparecer sangrados tras el coito o incluso un embarazo ectópico: cuando el bebé se desarrolla fuera del útero, algo que puede suponer peligro de muerte.
Hombres
1. Ardor al orinar.
2. Inflamación de la uretra y próstata.
3. Hinchazón de las articulaciones.
4. Secreciones purulentas por la uretra.
Además de todo esto, en personas con el sistema inmunológico deprimido, como los pacientes seropositivos o VIH+ pueden tener otras repercusiones como la aparición de infecciones pulmonares, óseas, dermatológicas o de articulaciones.
Vías de contagio
El MGen es una enfermedad de origen bacteriano, cuya causa principal es la transmisión de la bacteria mycoplasma genitalium a través del contacto sexual. Puede transmitirse tanto por vía vaginal como por vía anal o incluso oral, pudiendo infectar no solo el tejido genital sino también la faringe o el ano.
Además, puede propagarse tras tocar con las manos los genitales de la persona infectada.
Factores de riesgo
1. Haber mantenido relaciones sexuales con diferentes parejas.
2. Personas que presenten una ETS previa.
3. Personas que lleven a cabo prácticas sexuales de alto riesgo sin protección.
Diagnóstico
Aunque fue descubierta en Reino Unido en 1980 su baja prevalencia hasta el momento y su confusión sintomatológica con otras ETS han provocado que sea una infección venérea poco conocida e investigada.
Existen pocas pruebas específicas que permiten diagnosticarla, pero su peligrosidad ha sido motivo de preocupación para los científicos debido a que se ha observado que es capaz de adquirir resistencia a los antibióticos, pudiendo convertirse en una superbacteria muy complicada de eliminar.
Hasta el momento no hay exámenes estandarizados para detectarla, pero por lo general se hace un exudado genital en mujeres y un análisis de orina en hombres.
Tratamiento
Según la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH, el tratamiento consiste en un ciclo de una familia de antibióticos. Sin embargo, los especialistas advierten que esta infección está desarrollando resistencia a algunos de estos medicamentos.
Los expertos sugieren que la utilización de preservativos, impedirá en la mayoría de los casos el contagio de esta peligrosa y alarmante enfermedad.
Si sospechas que tienes MGen acude inmediatamente con un experto de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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