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¿Qué sienten los hijos con el divorcio de sus padres?

Un divorcio impacta a los niños, y la comunicación que los padres tengan con los hijos es muy importante para ayudarlos.

Un divorcio no solo marca la vida de los exesposos, sino también la de los niños. Existen casos donde puede ser un alivio para todos, pues la familia se encontraba viviendo en un hogar lleno de peleas y violencia física o verbal.

Sin embargo, algunos estudios psicológicos indican que la mayoría de los niños desean que sus padres estén juntos, pero la realidad es que la vida muchas veces lleva a hombres y mujeres a terminar las relaciones y tomar caminos distintos.

¿Cómo se sienten los niños con esta decisión?

Según los psicólogos algunos menores atraviesan cambios en la conducta o problemas de aprendizaje por un periodo de tiempo. Otros se sienten culpables porque piensan que el matrimonio de sus padres terminó por su culpa, aunque evidentemente no es así. La razón por la que suelen sentirse culpables es porque creen que han hecho algo mal, como por ejemplo, salir mal en un examen de la escuela o bajar las calificaciones. Pero este no es más que el resultado de los problemas que estaban viviendo en la casa.

Un artículo publicado en el diario español, El Mundo, indica que los niños también suelen tener un conflicto de lealtades. Y es que se sienten culpables de mostrar más afecto ya sea a mamá o a papá, si ya se separaron. Aunque tomen un bando de manera inconsciente o simplemente porque toda la vida han tenido más afinidad con uno de ellos, inmediatamente comienzan a preocuparse por lo que sus padres están sintiendo y cuál va a ser su reacción.

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No obstante, los padres tienen la responsabilidad de quitar esta carga de los niños. Este tema solo le corresponde a los adultos.

Para esto deben hablar con los hijos y explicarle directamente que el divorcio no tuvo que ver con ellos y tanto papá como mamá los seguirán amando. Además, deben estar dispuestos a escuchar a los pequeños y contestarles las preguntas que tengan sobre el proceso, según su edad. La comunicación es clave.

Después de este diálogo es importante ofrecerles seguridad para que ellos sientan que todo va estar bien. Los padres deben hacer un esfuerzo para controlar la ansiedad, la tristeza y otras emociones típicas de un divorcio, frente a los niños.

Y el error que jamás deben cometer es hablarle mal del padre o de la madre a los niños.

En el caso de que los hijos sean más grandes, deben seguir adelante con su vida y planes a futuro, establecer límites. Tal vez, suena raro que un hijo le ponga límites a un padre, pero si se hace con respeto y explicándole que no quieren involucrarse en los detalles íntimos de pareja, el corazón de todos estará más protegido.

Por supuesto, en la mayoría de las ocasiones es imposible evitar enterarse de infidelidades u otras situaciones, pero debe tomarse con la mayor madurez posible y entender que todos los seres humanos cometen errores y eso incluye a tus padres.

Finalmente, los padres tienen la obligación de observar el comportamiento de sus hijos, después de haberles dado la noticia, y llevarlos a recibir ayuda profesional si ven cambios radicales en su estado de ánimo.

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