Sarah Boyle pasó por un duro momento cuando los médicos le dijeron que tenía cáncer de mama: tuvo que extirparse los senos y someterse a quimioterapia. Pero la experiencia fue aún peor cuando supo que su diagnóstico fue erróneo y que en realidad ella estaba sana.
La mujer de 28 años afirma haber sido "traumatizada innecesariamente", luego de haber tenido que someterse a dicha intervención, operaciones de reconstrucción y dolorosos tratamientos contra una forma muy agresiva de cáncer que en realidad no tenía.
Fue a finales del 2016 que a Boyle le detectaron el agresivo cáncer que supuestamente padecía y, poco después, su caso se dio a conocer porque ella notó gracias a su bebé que algo estaba mal con sus senos, pues el pequeño se rehusaba a alimentarse cuando lo amamantaba.
Su hijo Teddy, en ese entonces, de seis meses de edad, parecía "muy angustiado". En ese momento, la madre pensó que quizá era porque la leche de su seno derecho tenía un sabor distinto para su bebé y que por ello no la quería.
Ya que en 2013 a Sarah le habían detectado un quiste benigno en ese seno, la mujer acudió al Hospital Universitario Royal Stoke, donde le realizaron una exploración y una biopsia.
Un caso similar fue el de Joanne Carr, cuyo bebé detectó su cáncer de mama cuando se negó a alimentarse con su leche materna. Al acudir al médico, a la mujer le detectaron un pequeño bulto que obstruía uno de los conductos de leche y resultó ser cancerígeno.
Tras los exámenes, a Boyle le fue diagnosticado el cáncer de mama triple negativo, por lo que de inmediato comenzó a recibir quimioterapia y le programaron una cirugía para extirparle las glándulas mamarias de ambos senos. El tratamiento también afectaría su fertilidad.
La noticia del diagnóstico erróneo fue fatal
Luego de la mastectomía radical, ocho rondas agotadoras de quimioterapia y una cirugía reconstructiva, en julio de 2017, Sankaran Narayanan, el médico que trató a Sarah, le dijo que los resultados de su biopsia eran erróneos y que en realidad ella no tenía la enfermedad.
"Que me dijeran que tenía cáncer fue horrible, pero luego pasar por todo el tratamiento y la cirugía, para después saber que era innecesario, fue traumático", afirmó a The Telegraph la joven originaria de Stoke-on-Trent, Inglaterra, y madre de dos niños.
Boyle ha sufrido un trauma psicológico debido a lo que el hospital que la trató llamó "un error humano" y por el que se disculpó con la mujer. Sin embargo, ahora continúan los procedimientos legales contra el instituto del National Health Service (NHS) de Reino Unido.
"Este es un caso verdaderamente impactante en el que una joven madre se ha enfrentado a noticias desgarradoras y a un período agotador de tratamiento extenso, solo para decirle que no era necesario", afirmó Sarah Sharples, de la firma de abogados que representa a Boyle.
"Toda la experiencia ha tenido un gran impacto en Sarah de muchas maneras. Si bien nos complace que el NHS haya admitido los claros fallos, aún no hemos escuchado si se han implementado mejoras para evitar que algo como esto vuelva a suceder", afirmó.
Por su parte, un portavoz del hospital declaró: "Un diagnóstico erróneo de este tipo es excepcionalmente raro y entendemos lo devastador que esto ha sido para Sarah y su familia. En última instancia, la información errónea de la biopsia fue un error humano".
El hospital afirmó que para evitar más casos como este en el país, todos los diagnósticos invasivos de cáncer serán revisados por un segundo patólogo y así asegurarse de que no haya errores en los resultados.
Desafortunadamente, no es la primera vez que ocurren este tipo de errores. En Estados Unidos, Maureen Boesen descubrió casi 10 años después de su mastectomía preventiva que nunca estuvo en riesgo de padecer cáncer.
Las consecuencias que esto podría tener la vida de Sarah
Ahora, la mujer enfrenta las secuelas de haberse sometido a un duro tratamiento que no necesitaba. "Los últimos años han sido increíblemente difíciles para mí y mi familia", afirmó a The Telegraph.
Aunque le dijeron que las quimioterapias afectarían su fertilidad, la mujer logró volver a ser mamá, no obstante, el no poder alimentar a su bebé, fue desolador. "Me encantó cuando di a luz a Louis, pero fue realmente desgarrador cuando no pude amamantarlo", contó.
"Como si eso no fuera lo suficientemente malo, ahora me preocupa la posibilidad de desarrollar cáncer en el futuro debido al tipo de implantes que tengo y también me preocupan las complicaciones que pueda enfrentar debido a mi quimioterapia", detalló.
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