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Roberto Tapia se ríe de las travesuras de su hijo, ¿su reacción es correcta?

Roberto Tapia se mostró muy divertido ante una travesura de su hijo, pero ¿es buena su reacción o debió haber corregido a su pequeño?

El cantante Roberto Tapia tiene tres hijos, Victoria, Claudia y Robertito, a quienes adora y consiente, pero es el más pequeño el que lo hace carcajearse con sus travesuras y ocurrencias.

Por medio de las redes sociales el músico compartió un video en el que aparece su hijo jugando con unas gafas de sol. Por accidente las dejó caer al piso y se rompieron. Ante este acto el intérprete no reaccionó con enojo, más bien comenzó a reírse por la travesura de su nene de tan solo dos años.

En la escena apareció la madre de Roberto al rescate de su nieto, la señora lo ayudó a arreglar las gafas y colocárselas de nuevo en el rostro. Lo más gracioso es que Robertito aseguraba que él no las había tirado, aunque más tarde aceptó su culpa.

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Roberto es un padre muy paciente y divertido, pero ¿es correcto reaccionar así ante las diabluras de los niños?

De acuerdo con el sitio Familias.com las travesuras de los pequeños son un comportamiento normal y sano, siempre y cuando no comprometan su seguridad ni la de otros.

Por medio de estas acciones los niños van descubriendo el mundo y observar la reacción de los padres o cuidadores ante sus ocurrencias.

También es una forma en la que van aprendiendo a comportarse en la sociedad y decidiendo qué es lo correcto y lo qué no deben hacer.

Cuando un niño o niña se mete en un charco, juega con lodo o dibuja en las paredes, la intención de estos actos no es desafiar la autoridad de los padres sino divertirse, explorar y aprender de la “acción-reacción”.

Los especialistas indican que no es correcto hacer que los niños adquieran actitudes o responsabilidades de adultos, ya que se estarían saltando etapas fundamentales de su desarrollo.

Esto también podría hacer que los pequeños fueran retraídos, desconfiados, solitarios o podrían mostrar una actitud agresiva y desafiante.

Tampoco se trata de que papá y mamá permitan a sus hijos hacer todo con la intención de que sean niños libres y sanos. Guiarlos, poner límites y hacerles ver sus errores es una de las labores más complicadas de la paternidad.

Es importante establecer rutinas e indicarles cuáles son los momentos en los que pueden jugar con libertad, por ejemplo, durante las visitas al parque o después de hacer sus tareas, y cuando deben obedecer y seguir normas de comportamiento.

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