El aumento en la temperatura durante el verano es un riesgo para los niños y bebés que pueden estar expuestos al sol o en lugares con poca ventilación, como los automóviles. Es en esta temporada cuando desafortunadamente ocurren más muertes de menores por golpes de calor, varios de ellos ocasionados por quedarse atrapados en carros.
En algunas zonas de Estados Unidos la temperatura puede llegar a alcanzar los 120 grados Fahrenheit. El estado de Texas es el que encabeza la lista de defunción de menores encerrados en autos, aunque por fortuna durante este año no se ha reportado ningún caso.
De acuerdo con información de El Diario de El Paso, en años pasados estos fueron los motivos de que los pequeños quedaran atrapados en un automóvil: 54 por ciento de las muertes de infantes fueron por olvido de los padres o del cuidador, el 26 por ciento porque ingresaron en el vehículo por su cuenta y sin ser vistos por nadie y el resto por causas desconocidas.
Incluso con las ventanas abiertas, cuando un automóvil está expuesto al sol su temperatura puede aumentar 20 grados en 10 minutos y 50 grados en tan solo media hora.
Enrique Dueñas Aguilar, vocero del Departamento de Bomberos de la Ciudad de El Paso, emitió una advertencia sobre esta situación: “Las temperaturas están llegando a los 100 grados, por lo que es de suma importancia estar muy al pendiente de no dejar niños, ancianos ni mascotas en los vehículos, ya que las consecuencias podrían ser incluso mortales”.
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Siempre hay que estar preparado para una situación de emergencia. Si te encuentras con un escenario en la que un pequeño está atrapado en un automóvil y su vida corre peligro así es como debes actuar, de acuerdo con el sitio Bebés y Más:
-Llama a los servicios de emergencia inmediatamente (aunque el menor no muestre signos de sufrimiento).
-Si no tienes las llaves haz todo lo necesario para abrir el vehículo. Si debes romper un cristal procura que sea uno que esté alejado del niño para no ponerlo en riesgo.
-Trasládalo a una zona fresca, con sombra, en donde puedas auxiliarlo.
-Enfría el cuerpo del infante con paños mojados, toallitas húmedas o lo que tengas a la mano.
-Si es posible sumérgelo en agua tibia, para enfriar su cuerpo.
-Si está consciente ofrécele líquidos, de preferencia con sales, como soluciones de rehidratación, en pequeñas cantidades.
Algunas de las señales que indican que un bebé o niño se encuentran en peligro por un golpe de calor son respiración rápida, aumento de la frecuencia cardíaca, fiebre, piel muy caliente, sudoración excesiva, sed intensa, dolor de cabeza, irritabilidad, vómitos, decaimiento, disminución del nivel de conciencia y convulsiones.
Por ningún motivo un infante debe permanecer encerrado en un automóvil, ni siquiera por uno minutos, esto podría costarle la vida.
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