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Posición de ranita, ¿por qué es tan importante para los bebés?

Los bebés deben permanecer en esta postura para evitar problemas ortopédicos irreversibles como cojera o lesiones en los huesos.

Al nacer los bebés permanecen la mayor parte del tiempo en postura fetal, con las piernas y rodillas flexionadas, que fue la que tuvieron durante meses durante el vientre materno y es recomendable que poco a poco vayan estirándose y cambiando su postura.

De acuerdo con el Instituto Internacional de Displasia de Cadera, hacer que un bebé de pocas semanas de vida estire las piernas, rodillas y tobillos podría perjudicarlos de por vida.

Los pediatras y ortopedistas recomiendan hacer diversos ejercicios en los bebés, para flexionar y elongar las extremidades, pero estos deben ser muy delicados y con pocas repeticiones para evitar lesiones.

Es común que los padres no noten que el bebé padece una displasia de cadera ya que los pequeños al ser tan flexibles todavía no sienten el dolor provocado por esta lesión.

Estirar muy rápido al bebé ocasionará que la cadera se fuerce, lo cual aumentan el riesgo de que se deforme la cavidad entre la cabeza femoral y el acetábulo o bien, ocurra un deslizamiento que genere una dislocación.

Uno de los mayores errores que cometen los padres de acuerdo con el Instituto Internacional de Displasia de Cadera es la manera en la que cargan a los bebés en el canguro.

La forma correcta de hacerlo es con las piernas completamente abiertas y flexionadas y las rodillas también dobladas, en la posición conocida popularmente como “ranita”.

Síntomas de la displasia de cadera

Es muy común que la displasia de cadera sea congénita y aunque no se conoce el motivo de que los bebés nazcan con este problema se cree que puede desarrollarse por una mala postura durante la gestación o un bajo nivel de líquido amniótico.

Algunas de las señales que los padres no deben dejar pasar son la asimetría de las piernas, acortamiento de una de las extremidades inferiores, problemas para gatear, retraso en los primeros pasos, cojera al caminar e inestabilidad al dar las primeras marchas.

Es fundamental tratar esta malformación en las primeras semanas o meses de vida ya que si no se hace puede producirse una cojera irreversible, lesiones en los huesos y asimetría las piernas.

Existen varios tratamientos ortopédicos para corregir la displasia de cadera en los bebés, como prótesis blandas, rígidas o el uso del arnés de Pavlik, dispositivos que sirven para mantener a los bebés con las piernas flexionadas en posición de ranita.

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