El año pasado Khloé Kardashian vivió uno de los momentos más duros de su vida, cuando estaba casi por dar a luz a su hija True, se enteró de que su pareja, el basquetbolista Tristan Thompson, le había sido infiel con la mejor amiga hermana de su hermana Kylie Jenner, Jordyn Woods.
Esta situación la llevó al borde del colapso y en medio del escándalo dio a luz a su primer bebé, un momento que había anhelado por años.
Khloé intentó darle una segunda oportunidad al padre de su hija, pero tras unos meses de convivencia las cosas no funcionaron y terminaron separándose.
La estrella de televisión encontró refugio en su familia para poder librar esta adversidad, pero sobre todo la empresaria encontró motivación de sobra en su hija, True.
Durante varios años Khloé batalló para quedar embarazada, así que ahora que ha conseguido ser madre lo disfruta al máximo.
Por medio de las redes sociales comparte los momentos más lindos junto a su pequeña y le dedica tiernas palabras, como estas: “¡Tú eres mi amor verdadero! Me siento honrada y muy agradecida de ser tu mamá. Hoy y hasta el fin de los tiempos, te quiero. Nos tenemos para siempre”.
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Además de consolarse con sus seres queridos, la socialité se olvidó del drama ocupándose en un nuevo proyecto: la creación de su línea de ropa de denim ‘Good American’ ha tenido mucho éxito.
De acuerdo con Newsweek, la fortuna de Khloé asciende a los 40 millones de dólares, y aunque todavía se encuentra por debajo de sus populares hermanas Kylie Jenner y Kim, el negocio de la empresaria sigue expandiéndose, ahora con ropa deportiva y de maternidad.
Más allá de las ganancias monetarias de su negocio, la socialité ha podido transmitir un mensaje de inclusión con sus prendas ya que están diseñadas para todo tipo de cuerpos, desde aquellos muy delgados y sin curvas, hasta lo curvy que no encajan con los estándares de moda habituales.
Otro gran impulso que tuvo la mamá de True para salir de la depresión fue la drástica trasformación de su cuerpo. Durante varios años Khloé se ha enfocado en cambiar sus hábitos alimenticios y se ejercita constantemente con rutinas extenuantes, pero los resultados valen la pena.
Ahora la empresaria se encuentra en su mejor momento, llega a los 35 años enamorada de su hija, respaldada por su familia, con un negocio exitoso y una imagen espectacular.
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