Con la muerte de Edith González sus seguidores se preguntan quien se hará cargo de Constanza Creel, que solo tiene 14 años, pues el viudo de la actriz, Lorenzo Lazo, también tiene cáncer y no es el padre biológico de la niña.
Su padre es Santiago Creel y ha vivido con ella hasta la fecha. Creel, quien es senador del Partido Acción Nacional en México, aceptó públicamente que era el padre de la niña a los 4 años de la pequeña, cuando la revista Mi Guía publicó una copia del acta de nacimiento.
En aquel entonces, Edith le dijo a ¡Hola! México que, “Constanza no fue una bebé planeada, pero fue aceptada y deseada con enorme ilusión por los dos... Y Santiago siempre ha estado ahí para ella". No obstante, el compañero inseparable de Edith fue su esposo, Lorenzo Lazo.
Su padre ha estado presente acompañando a su hija durante la dolorosa pérdida de su madre.
Según ha trascendido es el hermano de la actriz, Víctor Manuel González, quien se hará cargo de Constanza. Esta información se recoge del testimonio del hermano, pero la prensa no ha tenido acceso a algún documento legal hasta el momento.
En México la patria potestad de un niño se define como un conjunto de derechos y deberes que tienen los padres y madres sobre sus hijos o hijas, así como sobre los bienes que les pertenecen. Mientras la custodia se refiere a quién tiene el control físico de un hijo o hija. Es decir, quien tiene al o la menor bajo su cuidado diario y viviendo en su casa.
Tradicionalmente los tribunales evalúan el caso para entregar la patria potestad y la tutela del menor, si no hay un testamento que lo establezca.
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Para que un padre pueda obtener la patria potestad de un menor no puede haber estado ausente durante un periodo extendido, pues esto sería considerado ausencia legal. Este periodo debe ser de más de cinco años. El padre o la madre que vaya a adquirir la patria potestad debe estar capacitado, física y emocionalmente. Además, debe probar que tiene un techo seguro, y la capacidad económica para cuidar del menor.
La Corte siempre va a velar por el bienestar del niño.
Los jueces suelen considerar ocho factores para tomar la decisión.
1. La edad y sexo del hijo
2. Salud, estabilidad y estilo de vida del progenitor
3. Capacidad financiera del progenitor para satisfacer las necesidades básicas del hijo
4. Situación y rutina de la vida actual del hijo (escuela, actividades extracurriculares, etc.)
5. Relación entre el hijo y el progenitor
6. Preferencia del hijo, una vez que pasa de cierta edad, que puede variar, pero suele ser entre 12 a 14 años de edad
7. Necesidades médicas o emocionales especiales del hijo
8. Impacto emocional y social al que se expone el hijo al cambiar de custodia
No obstante, puede suceder que el juez le de más peso a una sola de las variables, dependiendo del caso.
Por ejemplo, si ambos padres están vivos y la principal razón del padre para querer la custodia es que la madre se ha mudado 10 veces en los dos últimos años, y el hijo ha sido cambiado repetidamente de escuela a escuela, afectando así su desempeño académico, entonces el juez podrá definitivamente evaluar factores tales como el estilo de vida de la madre y su estabilidad, el impacto de un cambio sobre el hijo, y la situación educativa del hijo.
En ocasiones, se requiere evaluación psicológica o entrevistas a todas las partes involucradas de un trabajador social para llegar a una conclusión.
En el pasado se consideraba el género o sexo a la hora de entregar la custodia de un menor, pero afortunadamente esta mentalidad ha ido cambiando con los años.
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