La influencer, Malin Nunez, está muy orgullosa de su cuerpo después de dos embarazos y de removerse sus implantes de seno.
La también entrenadora personal suele compartir fotos de antes y después de sus seguidoras que han perdido peso con su programa de ejercicios.
“Antes y después de mamá uno vs. mamá de dos, implantes vs. no implantes, 116 libras (53 kg.) vs 126 (57 kg). Esto parece más después y antes si miras más fotos en internet. Pero es mi antes y después y estoy orgullosa de mi cuerpo”, escribió Malin en su cuenta de Instagram.
“Mi cuerpo pudo dar vida a dos niños hermosos, ¿a quién le importa un poco de piel extra aquí y allá? ¿A quién le importa si mis pechos lucen como dos albóndigas muertas? (bueno eso es lo que piensa Vincent (su hijo mayor)”, agregó la mujer para inspirar a otras madres.
La influencer decidió removerse los implantes de silicona en enero después de lidiar con los efectos secundarios y para reducir el riesgo de cáncer. Antes de la cirugía para removerlos, Malin, había explicado en una historia de Instagram que, tenía fatiga extrema, acné, pérdida de cabello, piel seca y dolor frecuente, y pensaba que todo se debía a los implantes. Fue difícil dar el paso porque amaba mi busto y no sabía si realmente mejoría mi salud. Después empecé a tener mucho fluido alrededor de mis implantes y era una inflamación y el doctor me dijo que se había roto mi implante. En ese tiempo me sentía muy enferma y esto afectaba muchísimo mi vida diaria. Reservé mi cirugía para una semana después de que esto sucedió”, detalló la joven madre.
Al tiempo que dijo que la razón por la que demoró en tomar la decisión era porque no estaba segura cómo luciría, pero hoy se siente feliz, y le dice a otras mujeres que no se sienten que ver como en su foto con implantes para verse bien. “¡Eso no es verdad! Tú decides que es belleza y que no, nadie debe decidirlo por ti”.
El medio británico BBC Mundo publicó un artículo en donde explicó el riesgo que corren las mujeres con implantes mamarios de silicona. Este tipo de cáncer es denominado Linfoma Anaplásico de Células Grandes (LACG) y fue detectado por primera vez en el año 2011 y fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2016.
La enfermedad afecta a las células del sistema linfático, que ayuda al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.
Como el tejido linfático se encuentra por todo el cuerpo, el cáncer puede surgir en cualquier parte del organismo.
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La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) estableció que los síntomas más comunes son inflamación persistente y dolor en el área de los senos. Además de bultos o asimetría en el pecho.
Los médicos han informado que este tipo de linfoma se ve con mayor frecuencia en las mujeres que llevan implantes mamarios con superficie rugosa.
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