Kirsty Alexander, de 33 años de edad, se encontraba esperando trillizos, pero un problema en el desarrollo de uno de los fetos provocó que tuviera un aborto espontáneo y ella decidió seguir adelante con su embarazo para tener a sus otros dos hijos.
Durante su primer embarazo, la mujer tuvo que recurrir a una fecundación in vitro, por lo que se sorprendió al descubrir que estaba esperando nuevamente y esta vez se trataba no de uno, sino de tres bebés.
En la cuarta semana de gestación, Kirsty presentó un sangrado y temió que se tratara de un aborto espontáneo, por lo que se realizó un ultrasonido en la séptima semana. Fue ahí donde se enteró que tenía un embarazo múltiple.
“Acudimos a consulta en la semana siete para tranquilizarnos debido a la hemorragia. Estaba aterrorizada de que hubiera tenido un aborto espontáneo, pero el doctor dijo: ‘Es una doble felicitación porque hay dos latidos’, luego se detuvo antes de decir ‘Oh, hay un tercero’”, dijo Kirsty a Media Drum World.
Foto: Media Drum World/The Grosby Group
Sin embargo, a las 18 semanas, Alexander nuevamente se realizó un ultrasonido que mostró un problema en el desarrollo de uno de los fetos y que finalmente lo llevó a perder la vida dentro del útero de su madre.
Delilah y Wilfred nacieron el 6 de marzo de 2019 a las 36 semanas por cesárea, pero Kirsty tuvo que pasar por su embarazo sabiendo que uno de sus trillizos nacería muerto.
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“Los doctores creen que las anomalías que tenía Dotty se debieron a un problema de desarrollo, y los problemas con su cerebro posiblemente fueron causados por un problema con la válvula en su cerebro”, señaló la madre.
Foto: Media Drum World/The Grosby Group
Para despedirse de su hija, Kirsty llevó un conejo de peluche la noche anterior a su cesárea, para después dárselo a la enfermera que se llevó a su hija y que la bebé nunca se sintiera sola.
De acuerdo con el sitio Guía Infantil, uno de los riesgos que se corren a la hora de tener un embarazo múltiple es la pérdida de uno o varios fetos, especialmente durante el primer trimestre.
Además se puede sufrir diabetes gestacional, hipertensión arterial, anemia moderada, partos prematuros y se incrementa el riesgo de tener una hemorragia posparto, debido a que la zona placentaria y el útero quedan muy distendidos.
Entre el 50 y el 85% de los embarazos múltiples requieren de cesárea, pues los bebés adoptan diferentes posiciones fetales a la cefálica, por lo que no se puede tener un parto natural.
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