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“Mamá, no te quiero”, el dolor que genera un hijo con estas palabras

Los niños pueden ser muy crueles con sus palabras, pues no conocen el poder que tienen. Una madre relata cómo enfrentó el primer “no te quiero” de su hija.

Los niños pequeños que comienzan a verse como seres independientes suelen ser crueles con sus palabras y actos, sin embargo, ellos no son conscientes todavía del daño que pueden llegar a causar con sus acciones y expresiones.

La colaboradora de PopSugar, Marisa Hillman, relató en un artículo cómo enfrentó por primera vez una reacción inesperada y negativa por parte de su hija, en la que sintió que “le clavaba un cuchillo en el corazón”.

Todo ocurrió luego de que Hillman inscribiera a su hija al jardín de niños. Tras haber superado los primeros días de separación con su nena, proceso conocido como desapego, la ex profesora de inglés notó algunos cambios en la actitud de su hija, como si de la noche a la mañana se hubiera convertido en una “niña grande”.

“La semana pasada, cuando la inscribí en el jardín de niños, la vi saltar hacia un pequeño grupo de chicas que también esperaban a sus padres… Comencé a caminar hacia ella. Mientras lo hacía, la expresión de su rostro pasó de estar extasiada a mortificada, y con la mano intentó alejarme, a mí, su madre muy poco ‘cool’, lejos de ella y de su grupo de amigos nuevos muy geniales”, expresó la blogger.

Esta fue la primera ocasión en la que Marisa sintió rechazo por parte de su pequeña, aquel ser que días antes no podía despegarse de ella.

Hillman explica en su texto que en su familia las muestras de afecto y las palabras de amor son muy comunes y básicas para su comunicación, por lo que la actitud fría de su hija la tomó completamente por sorpresa.

Cuando estaban camino a casa, Marisa comenzó a charlar con su pequeña y a compartirle que se había sentido triste porque pasarían la mayor parte del tiempo separadas y la niña respondió con un “no me importa”, algo que le dolió profundamente.

Como si esto no fuera suficiente, Hillman intentó reprenderla, explicándole que esa no es la manera en la que ellas se hablan y fue cuando la pequeña rompió por completo el corazón de su madre con un “bueno, no te quiero”.

Aunque Marisa intentó contenerse y tomar aire, fue imposible que las lágrimas no brotaran de sus ojos y su voz se quebrara.

“A pesar de que esas palabras hicieron que mi corazón se rompiera en un millón de pedazos, y no soy de las personas que lloran con facilidad, sentí que las lágrimas brotaban. Después de unas cuantas respiraciones profundas, pude mantenerme en una pieza y simplemente decirle a mi hija que eso es muy malo”, relató.

Al llegar a casa, su pequeña volvió a ser la misma niña amorosa y juguetona de siempre, lo que llenó de calma a la escritora. Así lo explicó: “Eso me brindó un tremendo nivel de comodidad, no soy tan ingenua como para pensar que nunca más volveré a escuchar esas palabras. Pero al menos ahora estaré preparada. Y mientras tanto, me aseguraré de disfrutar un poco más de las palabras que tengo la suerte de escuchar tan a menudo, "Te quiero, mamá".

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