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Madres hacen más por el cuidado de los hijos que los padres, pero ¿cómo solucionarlo?

Las madres realizan más tareas en el cuidado de los hijos a comparación de sus esposos, pero ¿cómo se puede solucionar? Aquí te lo decimos.

Cuidar de los hijos puede representar un agotamiento para los padres, especialmente cuando los niños son pequeños. Si tienes que asumir todo el cuidado de ellos sin la ayuda de tu esposo, quizá te haga sentir frustrada y resentida. Pero, ¿por qué sucede esto y cómo podemos solucionarlo? Aquí te lo explicamos.

Darcy Lockman, una psicóloga clínica y autora del libro "All the Rage: Mothers, Fathers, and the Myth of Equal Partnership", señala a Time que cuando se convirtió en madre junto a su pareja, tenía un vago entendimiento de que la carga de trabajo creada por sus hijos sería compartida entre ellos.

"Antes de tener hijos, las mujeres dividían las tareas domésticas de manera uniforme con sus esposos. Y así llegaron a la paternidad asumiendo que mantendrían ese equilibrio, que su género no los convertiría en el trabajador de cuidado infantil determinado", compartió.

Sin embargo, poco después del nacimiento de su bebé, se encontró a cargo de todos los detalles, y como ella, muchas mujeres estaban molestas por ello.

La mujer, mientras profundizaba en la investigación de estudios familiares, entrevistó a 50 mujeres para descubrir por qué las mujeres no exigían más de sus parejas.

Los investigadores familiares Phil y Carolyn Cowan, pioneros en Stanford, creen que una razón importante de esta desigualdad es que las mujeres no se sienten con derecho a poner sus propias necesidades, comodidades o ambiciones en primer lugar, en relación con sus parejas masculinas.

A este fenómeno se le conoce como ausencia de derechos, en el cual las mujeres sin darse cuenta, parecen sentir que merecen realizar la mayor parte del trabajo simplemente sobre la base del sexo, y los padres de sus hijos parecen estar de acuerdo.

"En mi mente hay algo en lo que John va a trabajar físicamente y merece más descanso, así que me siento menos autorizada para descansar y relajarme", comentó Kyla, madre de Zoey de un año de edad, a Lockman.

"Hablo de esto con mi terapeuta todo el tiempo, porque para mí es una locura pensar de esta manera. Estoy trabajando en el trabajo del cliente mientras cuido a Zoey toda la semana y estoy agotada", agregó Kyla.

Lo interesante de esto es que, sin estar conscientes de ello, muchas mujeres sienten que es justo y que deberían cuidar más del hogar.

Sin embargo, la psicóloga de género Sandra Bem escribió que las mujeres pueden fortalecerse al tomar en serio sus propias preferencias, objetivos y experiencias, y esperar que sus parejas también las tomen en serio.

"Las mujeres deben comenzar a ver sus propias actividades como no menos importantes y no menos merecedoras de una consideración especial que las de los hombres en sus vidas", dijo Bem.

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Aunque no es tan simple. Otra madre en Baltimore le confesó a Lockman cómo puso en primer lugar la conveniencia de su marido y momentos después se sintió culpable.

"Una noche hice lo que mi marido me hace a menudo. Le dije que no estaría por la mañana y él tendría que preparar a los niños. Me miró como si estuviera loco, exhaló en voz alta y no dijo nada. Por supuesto, me sentí culpable. Llamé por teléfono y encontré la casa de una amiga donde él podría dejar a nuestros hijos", describió Gretchen.

El libro "Couples, Gender and Power" de Carmen Knudson-Martin y Anne Rankin Mahoney, destaca que los cónyuges que aspiran a ser padres iguales expresan conciencia sobre las políticas de género, comparten compromisos duales con el trabajo y la familia y se sienten mal atendidos por los roles tradicionales de género.

Así que, Elizabeth, una madre de 32 años en el norte de California, se interesó en el equilibrio entre el trabajo y la familia antes de convertirse en madre, en un periodo donde su esposo viajaba mucho por trabajo, por lo que abordó el tema con prontitud.

"Así es como se empieza. Es el patrón sobre el que leemos, la mujer está más en casa y, por lo tanto, más cosas domésticas empiezan a tocarle", sentenció a Lockman.

"Pero, ninguno de los dos quería eso. Pensé que deberíamos crear una hoja para dividir las tareas. Quería que fuera más orgánico", continuó.

"Los dos seguimos teniendo esa conversación frecuentemente. Y luego, antes de que tuviéramos a nuestro bebé, teníamos el mismo nivel de pensamiento al respecto. Fue solo una plática constante sobre el meollo de la situación", agregó.

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Entonces, ¿cómo lograr que tu esposo haga su parte? ¡Toma nota!

1. Averigua por qué no quiere hacerse cargo de los niños.

Habla con tu esposo sobre sus actitudes respecto a la crianza de los niños cuando ambos estén de buen humor. Hay muchas razones por las cuales un hombre no pasa suficientemente tiempo con sus hijos, puede ser por su trabajo, o porque tenga miedo de hacer algo mal en su cuidado. Háblenlo cuando ambos estén de buen humor. Mantén un tono de voz amigable, suave y curioso. 

2. Dile que necesitas que se haga cargo de más deberes de sus pequeños.

En lugar de dejar pistas o sentirte frustrada porque no hace las cosas voluntariamente, dile lo que necesitas que haga y por qué.

Di algo como: "me he sentido abrumada intentando cuidar a los niños, ¿tienes alguna idea sobre cómo podrías ayudarme?".

3. Muéstrale cómo hacer las cosas con las que no esté familiarizado.

Enséñale a darles de comer, a peinarlos, etc. Puede que no sepa hacer las cosas como tú.

4. Dividan las tareas basándose en cuáles les gustan más.

Siempre es más sencillo lograr que alguien contribuya más cuando hace un trabajo que le gusta.

5. Evita criticarlo cuando cometa errores.

La crítica lo hará sentirse desanimado y podría resultar contraproducente. Lo mejor que puedes hacer es intervenir para tomar el control del incidente.

Aunque para muchas de nosotras, puede parecer que estamos demasiado tarde, es importante que ambos miren esto como un objetivo en equipo para que puedan negociar cómo llevarán a cabo el cuidado de sus hijos, y, sobre todo, cumplir con esta meta grupal.

No obstante, si tu esposo se resiste a ayudarte, podrías acudir con un consejero, él podrá ayudarlos a comunicarse más eficazmente y evitará que la situación se torne intensa.

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