Cualquiera que tenga un hijo puede coincidir con otros padres en que no es fácil la tarea de educar a los hijos. Tampoco ha resultado fácil a Roberto Palazuelos guiar a su único hijo: Robertito, de 14 años, que tuvo en una previa relación con Yadira Garza.
En una entrevista para el programa de televisión “De primera mano” y de l que hizo eco el sitio Hola!, Palazuelos reconoció que su hijo está en una etapa rebelde: “Ahorita está en una etapa muy rebelde que ya se le está formando su propia personalidad, pero es un muy buen niño, es muy amoroso con su mamá, es muy amoroso conmigo, todo el día me dice que me ama”.
Palazuelos que se dio a conocer por su trabajo como actor de telenovelas, pero también por sus andanzas con Luis Miguel en la década de los 90’s, dice que su hijo ya está grande y a sus 14 años, se pone sus trajes y maneja el Ferrari de papá.
“Todavía no tiene licencia, pero se lo suelto tantito”, acotó el actor.
Aunque Palazuelos considera que su etapa como padre ha sido la mejor de su vida, quiere poner límites a su hijo.
“No me gusta echarlo a perder, yo no quiero un junior porque le voy a quitar mucho potencial. Mi papá fue muy duro conmigo en muchos aspectos y por eso yo saqué la garra que saqué para los bussines”, mencionó.
Claves para padres de cómo criar a sus hijos sin mimarlos demasiado
La educación de los hijos que suele provocar angustias e inseguridades a los padres, puede ahorrar muchas discusiones matrimoniales y con los hijos conforme van creciendo si se siguen 12 reglas básicas para ayudarlos a crecer mejor y sin estrés. El diario La Vanguardia reunió las opiniones de pedagogos y psicólogos que concordaron en que éstas son las reglas básicas para criar sin mimar demasiado:
1. Disparidad entre los padres.
La falta de uniformidad de criterio entre las figuras de autoridad, es uno de los grandes obstáculos para educar. Si el niño recibe mensajes contradictorios, si los padres se desautorizan entre ellos, los chicos no sabrán a quién hacer caso y no tendrán una dirección o referencia para seguir. Por eso no es bueno usar el recurso “pregúntaselo a tu padre” o “lo que diga tu madre”, que terminan causando discrepancia.
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2. Sobreproteger.
3. Transmitir desprecio.
En un punto de quiebre ciertas frases pueden ser muy dañinas, como “eres un idiota”, “pareces tonto”, “siempre me defraudas” o “no sé para qué te he tenido”, son, en resumidas cuentas, una falta de respeto los hijos. Un padre no debe perder el control y debe mantener su actitud sin ponerse a la altura de ellos, como si fuera un berrinche de adultos.
4. Falta de continuidad.
Expertos advierten que un fallo habitual es dejarse llevar por su estado de ánimo a la hora de educar. Esto es, que permiten o rechazan ciertas conductas de los hijos dependiendo del cansancio, nivel de enfado o qué tan contentos se encuentran en ese momento. Educar siempre, a pesar de nuestros propios estados de ánimo es la clave.
5. Castigar mal.
Los castigos desproporcionados, imposibles o hacer promesas inalcanzables, son errores habituales y nocivos a la hora de educar. Si los castigos no se aplican, los padres pierden autoridad y el mensaje que dan es que sus normas se pueden romper en cualquier momento.
6. Prometer y no cumplir.
Los educadores ponen una especial alerta a las promesas y premios que nunca llegan, pues además de decepcionar, acaban por desincentivar. En muchos casos, tras sentir un sentimiento de culpa el error se hace más grande cuando los mismos padres o abuelos terminan comprando el celular, o la bici o video juego, sin que el chico haya conseguido el reto.
7. Comparar entre hermanos.
Este es uno de los errores más comunes en una familia con varios hijos. Los padres saben que cada uno es distinto, pero a la hora de educarlos no siempre los tratan de distinta forma. Los expertos advierten que cada hijo requiere de una educación distinta y por tanto, individual. Darles el tiempo a solas permitirá a los padres conocer a sus hijos mejor y así sabrán cómo tratarlos.
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8. No poner límites.
Los expertos aseguran que los padres muchas veces no tienen un proyecto claro de cómo educar a sus hijos y no plantean las normas mínimas a exigir, por lo que van improvisando. El problema no es cuando los niños están pequeños. Los problemas llegan cuando los niños crecen o llegan a la adolescencia y los padres pierden el control. Muchos anteponen La Paz familiar y eluden la obligación de poner límites, para no entrar en conflicto.