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Dieta baja en grasa reduce el riesgo de morir por cáncer de mama

Un estudio reveló que una alimentación baja en grasas en mujeres podría disminuir las probabilidades de morir por cáncer de mama y otras enfermedades.

Un nuevo estudio reveló que una alimentación baja en grasas en mujeres podría disminuir significativamente las probabilidades de morir a causa del cáncer de mama y por cualquier otra enfermedad.

El estudio se realizó basado en los datos recabados por Women’s Health Initiative, un enorme ensayo lanzado en 1993 y patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud sobre los efectos de la terapia hormonal, la dieta y ciertos suplementos en más de 161,000 mujeres.

Los investigadores, dirigidos por el doctor Rowan Chlebowski, científico del Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles, en el Centro Médico de Harbor-UCLA, trabajaron con 49,000 mujeres asignadas al azar.

En el estudio, uno de los grupos tendría que reducir su consumo de grasas a un 20 % de las calorías totales de su dieta diaria y aumentaría el consumo de frutas, verduras y granos. Según expertos, las grasas no deben limitarse al 100%, sino buscar aquellas grasas "saludables".

En tanto, el otro grupo de mujeres no haría cambios en su dieta, pues sería el grupo de control. Ambos equipos seguirían estas instrucciones durante 8.5 años. Ninguna de las mujeres del estudio tenía cáncer de mama al inicio de la investigación.

Los resultados fueron esperanzadores

Al término del estudio, las tasas de cáncer de mama fueron las mismas en ambos grupos, sin embargo, las mujeres a las que se les diagnosticó la enfermedad tenían un riesgo 35 % menor de morir por cualquier causa, en comparación en las mujeres en la dieta normal.

Según los datos de seguimiento más largos, el riesgo de morir específicamente por cáncer de mama fue 21 % más bajo en las mujeres con dieta baja en grasa que las que no cambiaron su alimentación.

Incluso, 20 años después de iniciado el estudio, las mujeres con la dieta baja en grasa tuvieron un riesgo 15 % menor de mortalidad. Los hallazgos se suman a otros estudios que relacionan malos hábitos alimenticios con el riesgo de muerte, como el no desayunar.

"Este es un resultado muy emocionante para nosotros. Ahora hemos seleccionado pruebas clínicas aleatorizadas de que la moderación de la dieta, que muchos pueden lograr, puede tener beneficios para la salud", afirmó el doctor Chlebowski a la revista TIME.

Entre esos beneficios está "incluida la reducción del riesgo de muerte por cáncer de mama. Eso es bastante bueno, es difícil no estar feliz por eso", declaró el experto.

Los resultados de la investigación serán presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, en Chicago, la cual se realizará entre el 31 de mayo y el 4 de junio.

La dieta saludable contra el cáncer

Este es el primer estudio en probar rigurosamente que la dieta es un factor potencial para influir en el número de muertes por cáncer de mama, debido a que otros estudios observaban la enfermedad independientemente de la dieta de las pacientes.

En esta investigación en específico, se proporcionaron a los pacientes pautas para su alimentación. Por lo que puede probarse que los cambios en la dieta pueden prevenir las muertes relacionadas con el cáncer de mama.

Aunque el estudio no encontró una relación significativa entre los cambios en la dieta y la posibilidad de contraer el cáncer o la incidencia de nuevos casos, sí fue concluyente en que modificar la alimentación puede reducir el riesgo de morir por esta enfermedad.

"El efecto de esta dieta puede ser más fuerte para prevenir el crecimiento de tumores ya establecidos en lugar de prevenir el desarrollo de tumores", dijo a TIME Neil Iyengar, oncólogo del Memorial Sloan Kettering Cancer Center.

Los investigadores planean averiguar cómo fue que este cambio en la dieta funcionó para reducir las muertes por cáncer de mama y otras causas, pese a que no todas las mujeres del estudio lograron el objetivo de reducir el consumo de grasas al 20 %.

La mala alimentación se ha convertido en un problema de salud mundial, pero este estudio quiere decir que aún pequeñas modificaciones a la dieta pueden hacer una gran diferencia frente a muchas enfermedades.

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