Las primeras fotos de Meghan Markle tras dar a luz a su primogénito, al que junto con el príncipe Harry ha decidido llamar Archie, han dado mucho de qué hablar pues su vientre todavía está muy pronunciado. La imagen de la nueva mamá ha sido comentada, ya que la duquesa todavía está inflamada.
Además de su pancita, su rostro un tanto hinchado y sus caderas más voluminosas de lo habitual la han convertido en blanco de críticas, burlas y hasta comparaciones con Kate Middleton, quien a pocas horas de dar a luz apareció ante las cámaras también con el vientre pronunciado, pero mucho menos inflamada, luego de sus tres partos.
Pero lo cierto es que la imagen de Meghan a unos cuantos días de haberse convertido en madre es completamente normal ya que, durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta cambios increíbles. Además, la mami primeriza se preocupó por elegir un outfit adecuado y tener un look impecable.
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Durante los 9 meses de gestación, la piel se estira a su máxima capacidad, el útero puede crecer tan grande como una sandía, cuando su tamaño original es el de un limón, de acuerdo con la organización American Pregnancy.
Tras el nacimiento del bebé, el vientre queda como un globo desinflado y los órganos femeninos pueden tardar varias semanas en volver a su forma y tamaño habitual.
El proceso de recuperación es muy complicado, durante la cuarentena el organismo elimina sangre, vérnix caseoso, moco cervical y tejido placentario, que quedan en el cuerpo luego de la expulsión del bebé.
En los primeros días la involución uterina puede ser dolorosa, estas “contracciones” son conocidas como entuertos y pueden llegar a ser dolorosas.
De acuerdo con la organización Kids Health, el reposo, beber abundantes líquidos, evitar los esfuerzos excesivos, tener una alimentación balanceada y posponer las relaciones sexuales por lo menos hasta que termine la cuarentena ayudará para superar la etapa posparto.
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Además, la lactancia materna ayuda a regular los niveles hormonales y favorece el apego con el recién nacido. Lo ideal es pegarse el bebé al pecho tanto como sea posible para aumentar la producción de leche y también para evitar una congestión mamaria, según informes de la organización.
Sin duda, el posparto es una etapa crítica en la vida de cualquier mujer, ya que además del reto que representa la recuperación física, hay que enfocarse en los cuidados del recién nacido, es por esto que la nueva mamá necesitara una red de ayuda y, por supuesto, la presencia del padre para hacerse cargo de la organización del hogar, controlar las visitas y asistir a mamá y bebé.
Es por esto que Meghan y todas las madres que acaban de dar a luz deben sentirse acompañadas, queridas y respetadas.
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