Klara Dollan, originaria de Reino Unido, disfrutaba de su soltería, tenía parejas sexuales frecuentes, pero no una relación estable y tomaba la píldora para prevenir un embarazo así que se sentía protegida por este método anticonceptivo que 9 meses después descubriría que no es tan efectivo.
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La mañana que dio a luz se dirigía a su primer día de trabajo, despertó con algunos cólicos, se tomó un analgésico y continuó a pesar del dolor, de acuerdo con la entrevista que le concedió a Nihal Arthanayake, de BBC Radio.
Poco a poco la intensidad de los cólicos aumentó, notó que algunos “calambres” llegaban a durar casi un minuto y cuando estaba en su escritorio rompió un lápiz con los labios y notó que tenía las uñas clavadas en la libreta. Eran tan intensos que con toda la vergüenza del mundo tuvo que pedir a su nuevo jefe permiso para retirarse porque se sentía muy mal.
“Cuando llego a casa, busco en mi bolso y mis llaves no están. Así que llamo a un cerrajero. Tarda dos horas en llegar. Me paseo de un lado a otro y camino porque eso ayuda al dolor. Estaba dándole vueltas a muchas cosas en mi mente. Pensaba en las citas que había tenido en los últimos meses y me dije: "¡Eso sería imposible!, ¡Estaría embarazada de nueve meses!", relató en la entrevista.
Cuando por fin logra entrar en su apartamento corre al baño, se pone en cuclillas y siente la necesidad de pujar con todas sus fuerzas. Cuando comienza a ver sangre y sentir “algo” saliendo de su cuerpo decide pedir ayuda al portero.
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“Empujo y vuelvo a empujar y veo salir una cabeza. El cuerpo me está pidiendo que empuje. Lo hago y así es como nace mi hija, Amelia. Era una recién nacida perfecta y gritaba. Estaba llorando y yo también. Me desmoroné completamente”, expresó Klara a BBC.
La joven dio a luz a una niña en perfecto estado de salud, pesó más de 6 libras y no presentó ningún problema por no haber recibido cuidados prenatales.
Así lo indicó al medio citado: “No tuve antojos, no me dolía la espalda. Durante este embarazo había tenido pequeñas manchas de sangre, que consideré como dos de mis periodos. Estuve tomando la píldora seis meses seguidos y dejé de tomarla dos semanas antes de que naciera Amelia”.
Esta condición es más común de lo que parece, se llama embarazo críptico y de acuerdo con la profesora Helen Cheyne, de la Universidad de Stirling, puede provocar que la mujer no note que está embarazada, incluso hasta el día que da a luz.
La falta de menstruación suele asociarse con periodos de estrés y si no se presentan otros síntomas como aumento de peso o movimientos fetales el embarazo puede ser indetectable.
La maternidad tomó por sorpresa a Klara quien se dice muy feliz y orgullosa de haberse convertido en madre.
“Definitivamente no quiero ocultarle a Amelia la historia de su nacimiento. Cuando sea el momento adecuado se lo diré. La vida nunca ha sido mejor. Todo empezó a ir mejor después de que naciera Amelia”, expresó Dollan.
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