Cheslie Kryst, la ganadora del título de Miss Estados Unidos 2019, ha generado controversia en las redes sociales al romper con los estereotipos que mucho tiempo han perdurado en los certámenes de belleza.
Y es que este tipo de concursos, se caracterizan por únicamente buscar la excelencia física y premiar la belleza de las mujeres.
Sin embargo, la mujer de 27 años, ha roto los cánones al describirse a sí misma como una 'niña rara' con un 'unibrow' que ahora forma parte de la primera generación de mujeres realmente empoderadas.
"Estoy aquí en Nevada, en el estado que tiene la primera legislatura con mayoría de mujeres en todo el país… es la primera generación que tiene esa mentalidad progresista que incluye la inclusión, la diversidad, la fuerza y las mujeres empoderadas. Espero poder seguir progresando en mi generación".
Su interés por este tipo de concursos despertó cuando tenía 10 años, mientras observaba a su madre montar un carruaje en un desfile cuando fue nombrada Sra. Carolina del Norte en 2002.
"Fue un momento en mi vida en el que no sabía quién era y no confianza en mí misma. Era una 'niña rara' que tenía un 'unibrow' y no tenía amigos. Pensé: 'quiero ser como ella'", confesó.
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Y, por si fuera poco, Kryst, obtuvo una licenciatura en Derecho y una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Wake Forest, antes de convertirse en una abogada que representa a los reclusos de forma gratuita, con la finalidad de reducir sus sentencias.
Lamentablemente, los estereotipos no solo existen en este tipo de contiendas, pues en el mundo laboral, las mujeres se ven expuestas a temas de discriminación y humillación por el simple hecho de ser mujer.
Situación por la que Cheslie también atravesó cuando en una competencia legal, un juez le dijo que usara una falda en lugar de pantalones, ya que los jueces prefieren las faldas.
"Los techos de cristal pueden romperse usando una falda o un pantalón", dijo Kryst durante el concurso.
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Asimismo, el evento celebrado por primera vez en Reno, Nevada, resaltó la diversidad de la competencia al tener en la contienda a Alejandra González, la primera finalista de Nuevo México y a Triana Browne, la segunda semifinalista de Oklahoma, quienes fueron finalistas junto con Kryst, que es afroamericana.
Se sabe que Browne, cuyo padre es blanco y su madre afroamericana, está asociada con una reconocida marca deportiva para celebrar la herencia de los nativos americanos. Mientras que, González, cuya madre emigró a USA desde México, fundó una organización sin fines de lucro que enseña a los pequeños la importancia de saber leer y escribir.
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