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La enfermedad de Lyme podría atacar a 2 millones de americanos en 2020

La enfermedad de Lyme podría derivar en síntomas graves que en ocasiones incapacitan a las personas para llevar una vida normal. Esto es lo que se sabe.

La enfermedad de Lyme es un padecimiento provocado por la bacteria Borrelia burgdorferi que se esparce comúnmente a través de la picadura de distintos tipos de garrapatas y puede provocar síntomas que en muchos casos incapacitan a las personas para llevar una vida normal.

Cuando se adquiere la bacteria se puede presentar fiebre, dolores de cabeza, escalofríos, fatiga, dolor de articulaciones y músculos e inflamación de los ganglios linfáticos. De acuerdo con el sitio Newsweek, cada año se presentan aproximadamente 329,000 casos, aunque el número real de pacientes podría ser mayor.

El tratamiento para la enfermedad consiste en una serie de antibióticos que ayudan a desaparecer los síntomas, sin embargo, algunos de los pacientes sufren una condición llamada síndrome de post-tratamiento de la enfermedad de Lyme, en donde se presentan señales más graves, como disfunción cognitiva, fatiga incapacitante y dolor crónico.

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Este síndrome no cuenta con un diagnóstico preciso y los tratamientos pueden ser controversiales. La causa del padecimiento se desconoce, pero algunos científicos creen que la picadura de la garrapata puede alterar el sistema inmunológico y pueden pasar meses para la recuperación, además, el tratamiento no es efectivo entre el 10 y el 20 por ciento de los casos.

Un estudio publicado en la revista científica BMC Public Health reveló que aunque los tratamientos con antibióticos pueden curar a la mayoría de los pacientes con la enfermedad de Lyme, una parte significativa de ellos continúan presentando síntomas persistentes.

Los científicos que llevaron a cabo el estudio descubrieron pronósticos nada alentadores, ya que para 2020, 1,944,189 personas podrían infectarse con la bacteria, y de ellos, 81,509 sufrirían el síndrome de post-tratamiento.

El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades advierte que el periodo de más riesgo para entrar en contacto con la garrapata es entre abril y septiembre, por lo que se deben evitar las áreas boscosas, con muchos arbustos o pasto en donde puedan estar estos animales.

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