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El consumo de azúcar provoca hiperactividad en los niños, ¿mito o realidad?

Muchos padres controlan el azúcar en la dieta de los hijos para evitar la hiperactividad. Aquí lo que dicen los expertos.

Muchos padres controlan el azúcar en la dieta de los hijos para evitar la hiperactividad.

Sin embargo, Kristi L. King, nutricionista del Texas Children's Hospital, dijo que no se puede afirmar que el azúcar afecta el comportamiento de los niños, aunque no se pueden descartar los demás efectos secundarios que vienen con su ingesta. El azúcar ha sido relacionada popularmente a la conducta del niño desde la década de los 70, pero King no afirma esta teoría.

Aparte hay que tener en cuenta que la sensibilidad que tenga el niño al azúcar depende de cada uno, igual que sucede con los adultos. Mientras los niños que ya tienen un diagnóstico de hiperactividad y déficit de atención podrían ser más sensibles al producto. Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los alimentos azucarados contienen aditivos artificiales y colorantes.

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La Asociación Americana del Corazón recomienda que los niños de 2 a 18 años consuman menos de seis cucharadas de azúcar al día.

A pesar de su posición, King, recomienda una dieta saludable.

Por su parte, Christian Jarrett, piensa que el mito del azúcar y la hiperactividad subsiste porque los niños consumen una enorme cantidad de refrescos y dulces en las fiestas de cumpleaños; y llegan a casa con ganas de seguir jugando, pero esto se debe al nivel de actividad al que estuvieron expuestos.

Aquellos padres que deseen reducir la ingesta de azúcar a sus hijos deben hacerlo gradualmente. Además, deben crearle rutinas de alimentación y comenzar a introducirle proteínas y fibra a la dieta. Por ejemplo, si les van a servir un helado pueden agregarle nueces o avena para que los pequeños se sacien sin necesidad de que repitan.

Lo más importante es entender que más allá de que algunos niños hagan más travesuras al comer demasiada azúcar; su alto consumo puede provocar obesidad infantil, diabetes, falta de concentración, caries y otras enfermedades.

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