Para algunas mujeres tener un hijo es un sueño que persiguen durante gran parte de su vida, pero a veces las circunstancias no son exactamente las mejores y sus planes parece que no se lograrán. Sin embargo, para esta mujer no había nada que pudiera detenerla y por eso decidió arriesgarlo todo para convertirse en madre soltera.
Sarah es una australiana que después de varias relaciones fallidas se dio por vencida en el amor pero, aunque no encontró a su pareja perfecta, no quiso renunciar a su deseo de tener un bebé, y cuando cumplió 35 años sabía que no podía esperar más por un hombre para concebirlo por lo que tenía que actuar ella sola.
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La joven dijo a Media Drum World que, conforme el tiempo pasaba, ella era testigo de lo felices que eran sus hermanas junto a sus hijos, y aumentaba su deseo de comenzar a formar una familia propia.
Foto: Media Drum World/The Grosby Group
Fue así que en 2017 comenzó a buscar información sobre las ventajas y peligros de la fecundación in vitro, como una posible alternativa para quedar embarazada. Y, después de mucho pensarlo, en julio de 2018, comenzó a preparar su cuerpo para someterse al tratamiento.
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Sarah eligió usar un donador anónimo de esperma para el procedimiento y en septiembre de ese mismo año finalmente se implantó el óvulo fecundado en su cuerpo. Unas semanas más tarde, la australiana recibió la noticia de que estaba embarazada de su primer hijo.
Foto: Media Drum World/The Grosby Group
La mujer aseguró que sabe que probablemente recibirá muchas críticas sobre su decisión, pero que está lista para ser madre y que le dará a su hijo todo el amor que necesite, pues, además, cuenta con el apoyo de sus hermanas y el resto de su familia para criar al niño, que nacerá en mayo de 2019.
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