Como pocas veces ha ocurrido, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó un nuevo medicamento de receta médica que sirve para ayudar a la pérdida y control de peso de manera segura, en pacientes que no padecen un grado de obesidad severa.
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El nuevo medicamento, llamado Plenity, de la farmacéutica Gelesis, podrá ser usado para adultos con un peso superior a 25 en el índice de masa corporal (IMC) y que no tengan otros problemas de salud. Este tratamiento deberá acompañarse con una dieta saludable y ejercicio, según la FDA.
Esto contrasta con otros tratamientos aprobados por la agencia federal, que sólo están disponibles para pacientes que tienen un IMC de 30 o más y que tienen otros problemas de salud por los que es necesaria una pérdida de peso inmediata.
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Los pacientes con un grado de obesidad menos grave sólo tenían la opción de cambiar su estilo de vida, modificando su plan de alimentación y ejercicio para alcanzar su meta de bajar de peso. "Ahora hay un tratamiento", afirmó a la revista Time la doctora Caroline Apovian, una de las investigadoras del medicamento.
Plenity, que también podrá tomarse junto con otros fármacos para bajar de peso, es uno de los pocos recursos aprobados por la agencia federal, la cual sólo ha dado luz verde a cinco tratamientos de receta médica para este fin e incluso ha retirado otros que ya había aprobado por amenazas a la salud, de acuerdo con Time.
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La FDA ha alertado en múltiples ocasiones sobre los "productos milagro", que no están regulados y que prometen ayudar a perder peso, pero en el mejor de los pasos pueden ser ineficaces y en el peor de los casos pueden estar contaminados y provocar graves daños en la salud de quienes los toman.
¿Cómo funciona?
A diferencia de otros medicamentos aprobados por la agencia, que trabajan en el cerebro para suprimir el apetito o dar sensación de saciedad, las píldoras del nuevo tratamiento contienen una mezcla de celulosa y ácido cítrico que, cuando llega al estómago, se expande y toma la consistencia de alimentos masticados.
Al ocupar una cuarta parte del estómago sin aportar calorías, de acuerdo con la compañía, la toma del medicamento ayuda a que las personas se sientan llenas al comer menos en cada comida. Luego, el medicamento es digerido y desechado por el cuerpo como cualquier alimento. Esto provoca que las personas pierdan peso de manera gradual.
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"Crea una sensación de saciedad, pero no es un compuesto que entra en el torrente sanguíneo y va al cerebro", afirma Apovian, quien también es directora de nutrición y control de peso en el Boston Medical Center.
"En ese sentido, es tan único porque en realidad es benigno y seguro, en términos de efectos secundarios que pueden causar problemas de manera centralizada. Es una alternativa muy segura y de bajo riesgo", dice Apovian. Los efectos secundarios a los que se refiere son síntomas gastrointestinales.
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La farmacéutica afirma que el medicamento puede ayudar a las personas con obesidad a perder hasta un 10% del peso corporal en seis meses. Según el estudio sobre el tratamiento, puede ayudar principalmente a las personas altos niveles de azúcar en la sangre y otros síntomas que pueden derivar en diabetes.
Debido a que, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), más del 70% de los adultos en Estados Unidos padecen algún grado de obesidad, el medicamento se convertirá en un aliado para ayudar a estas personas a mejorar su salud, junto con dieta y ejercicio.
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