Cuando un empleado se siente apoyado por su jefe, la felicidad en su trabajo aumenta, y también el éxito de la empresa. Por eso, una relación laboral saludable no solo mejora la posición de la compañía, sino también la satisfacción de los trabajadores.
Invierte en una buena relación con tu jefe
Al comenzar en la empresa, es importante observar de cerca a tu jefe mientras aprendes el proceso. Es mejor aclarar cualquier pregunta que tengas en lugar de fallar en algún proyecto.
Además, establece una comunicación saludable, habla sobre asuntos oportunos antes de que las consecuencias estén fuera de control.
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Conocer a tu jefe es indispensable, pues comenzarás a saber cómo se comporta a través de los días, incluidos sus estados de ánimo, su forma de comunicarse y de liderar.
Tal vez tu jefe sea de aquellas personas que necesita una taza de café para comenzar el día y su estilo de comunicación también está influenciado por su humor.
Por eso es recomendable programar los temas importantes a través de una llamada telefónica o una reunión. De esta forma, respetarás el tiempo de tu jefe, y a cambio, el tuyo.
¿Cómo saber qué tipo de jefe es el tuyo?
Los diferentes estilos de comunicación se adaptarán a la organización en función de sus objetivos, es decir, si valora el aporte democrático de todos los miembros del equipo, es un líder participativo. Sin embargo, si asume la autoridad total en la toma de decisiones sin aportaciones de los demás, es un líder autocrático.
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Cabe mencionar que los líderes autocráticos pueden estar mejor preparados para manejar una situación de crisis que los líderes participativos, aunque esto dependerá de la situación y la información recibida.
Mientras el jefe tiene una posición de poder sobre los empleados, es importante que un líder no se comporte del mismo modo, pues el respeto se gana mutuamente y una relación sana entre líder-empleado mejorará la organización.
Una relación saludable mejora la compañía
De acuerdo a un informe de Gallup, la felicidad de los millennials en el trabajo se ha reducido y a su vez, el 71% no participa en el trabajo y la mitad de todos los empleados tienen planes de renunciar en un año.
Pero, ¿cuál es el motivo? Se ha comprobado que los jefes son los responsables del 70% de variaciones en el compromiso de sus empleados.
El mismo informe revela que solo el 21% de los empleados millennials se reúnen semanalmente con su jefe y el 17% recibe retroalimentación positiva.
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Asimismo, es fundamental que tengas acceso a jefes que te ofrezcan apoyo e involucren a su demás personal a través de comentarios positivos, accesibilidad y ayuda en el establecimiento de metas.
¿El beneficio? Impactará positivamente en tu productividad y rendimiento. Una relación saludable entre ambos, es vital para el éxito de la empresa y a su vez, en tu crecimiento profesional.
Un buen jefe debe ser la razón por la cual permanezcas y prosperes en tu lugar de trabajo.
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