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Niños transgénero: en qué consiste iniciar con el cambio de sexo

Los niños transgénero experimentan desde temprana edad la desconexión con su sexo, no se identifican con el género que les han asignado y deben ser escuchados y atendidos de manera correcta. Conoce los detalles.

Los niños transgénero experimentan desde temprana edad la desconexión con su sexo, no se identifican con el género que les han asignado y en cuanto les es posible lo hacen saber. En pocas ocasiones estos pequeños cuentan con el apoyo de sus padres y pueden tener un tratamiento adecuado.

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Es común que debido a la desinformación se confunda la identidad de género con la orientación sexual. De acuerdo con los especialistas, un pequeño de 3 años no mostrará interés por la orientación sexual, sin embargo, será capaz de definirse como niño o niña.

Cuando los pequeños expongan las dudas o descontento por el género con el que son reconocidos lo recomendable es visitar al psicólogo, quien realizará varias pruebas y entrevistas para poder determinar si el menor presenta disforia de género.

El especialista puede notar una marcada incongruencia entre el género asignado y el comportamiento del niño o niña, por ejemplo:

- Se niega a realizar juegos comunes de acuerdo con el género que se le asignó al nacer.

- Desea vestirse con vestidos o ropa femenina en el caso de los niños y con ropa masculina en el caso de las niñas.

- Está incómodo con su anatomía sexual.

- Hay un bajo rendimiento en el colegio u otras actividades.

- Se aísla o molesta con facilidad, sobre todo cuando se le señala como niño o niña, dependiendo del caso.

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Luego de que el psicólogo ha determinado que el niño o niña tiene disforia de género se puede iniciar un tratamiento hormonal que es reversible y que sirve para dar tiempo a los pequeños para que puedan decidir si desean seguir su vida como hombre o mujer.

El tratamiento consiste en suministrar agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina, que es la hormona producida en la hipófisis que actúa sobre las glándulas sexuales, y así detener el desarrollo de características físicas y sexuales indeseadas.

En el caso de los niños con el género masculino asignado no tendrán que preocuparse por la aparición de vello facial o el engrosamiento de la voz, mientras que las niñas detendrán el crecimiento de los pechos y la aparición del periodo.

Este tratamiento se inicia en la adolescencia, entre los 12 y 16 años.

Cumplidos los 16 años se comienza con un tratamiento hormonal de reasignación de género, los varones se tratan con estrógenos y antiandrógenos, las mujeres con andrógenos.

Los psiquiatras recomiendan que durante 2 años deben vivir bajo las condiciones del género deseado para experimentar una nueva realidad y enfrentarse a los obstáculos físicos, psicológicos y sociales que esto conlleva.

La tercera etapa consiste en la cirugía irreversible de cambio de sexo, esto se realiza únicamente cuando se cumplió la mayoría de edad.

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