Si alguna ves has escuchado “hasta lo que no comes te hace daño”, es porque es potencialmente cierto con el nuevo estudio que acaban de dar a conocer a través de The Lancet.
El estudio realizado a lo largo de 27 años que se enfocó a analizar la dieta de la gente, ha determinado que nada causa el mayor índice de muertes a nivel mundial como una alimentación pobre que carece de alimentos saludables y contiene altos niveles de sal.
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“Cuando tradicionalmente toda la conversación sobre una dieta saludable se ha enfocado a bajar los niveles de la comida no saludable, en este estudio, hemos mostrado que, al nivel de la población, un bajo consumo de comida saludable es el factor más importante, más que el consumo de comidas no saludables”, dijo Ashkan Afshin, el autor principal del estudio.
La investigación arroja que una de cada cinco muertes a nivel mundial (casi 11 millones de personas) ocurrieron en el 2017 a causa del excesivo consumo de sodio y la falta de granos integrales, fruta, nueces y semillas, cifra comparada con los que murieron por las dietas de altos contenidos de grasas saturadas, bebidas azucaradas o el alto consumo de carnes rojas o carnes procesadas.
Los mayores riesgos de muerte
Para el análisis que fue respaldado por la fundación de Bill y Melinda Gates, los investigadores revisaron 15 factores de riesgo y su impacto en la muerte o incapacidad.
Con excepción de la sal, que es un factor de riesgo en la mayoría de los países, el estudio encontró que la carnes roja y procesadas, las grasas trans y bebidas azucaradas estaban hacia el final de la tabla de riesgos para la mayoría de los países.
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El estudio encontró que más de la mitad de las muertes relacionadas a una dieta en el 2017 ocurrieron solo por tres factores de riesgo: consumo de altas cantidades de sal, no ingerir suficientes granos integrales y por el vago consumo de fruta. Incluso, esos riesgos se mantuvieron sin importar el nivel socioeconómico en la mayoría de los países estudiados.
Las muertes relacionadas a la comida por país
En el 2017, de las muertes relacionadas a la comida, 10 millones fueron por una enfermedad cardiovascular; 913,000 por cáncer, 339,000 por diabetes tipo 2. El 66 por ciento de las discapacidades de enfermedades crónicas fueron por esos tres factores.
Los analistas encontraron también que la obesidad no fue un contribuidor a los decesos y la ubicaron en el sexto puesto de los riesgos por enfermedades globales.
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Los países en donde encontraron el mayor número de muertes relacionadas a la alimentación fue Uzbekistán, seguida de Afganistán, las Islas Marshall, Papua Nueva Guinea y Vanuatu. Países como Israel, seguida de Francia, España, Japón y Andorra, fueron los que registraron el menor número de muertes.
Los Estados Unidos se ubicaron en el puesto número 43, después de Rwanda y Nigeria. India quedó en el sitio 118 y China en el 140.
Los factores de riesgo más altos
Para países como Estados Unidos, India, Brazil, Paquistán, Nigeria, Rusia, Egipto, Alemania, Irán y Turquía, el mayor factor de riesgo es por no consumir suficientes granos integrales. Esto no significa que los habitantes no consuman granos, más bien es que el consumo sea a través de granos procesados con un bajo valor nutricional y alto nivel de calorías.
Esto se debe, en parte, a que muchos de los productos que se venden ahora como granos integrales, normalmente no lo son.
Retos regionales
El gran riesgo para países como China, Japón, Indonesia y Tailandia, fue la cantidad de sodio en la dieta, probablemente porque a la hora de cocinar usan vinagres, salsas y pastas con alto contenido de sodio.
Esto no quiere decir que ciertos países estén condenados a mantener un riesgo elevado por su comida tradicional, pues las sociedades cambian sus costumbres.
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Por ejemplo, en México, la falta de consumo de nueces y semillas es su factor de riesgo, seguido de la falta de vegetales, granos integrales y fruta. Es uno de los pocos países donde las bebidas no saludables y azucaradas están en el punto número 5. Esto no solo se debe a la preferencia cultural por los refrescos y las llamadas aguas frescas, sino a la falta de acceso a agua limpia e incluso de frutas y verduras.
Tomar acción
"La dieta poco saludable es el principal factor de riesgo para la carga global de la enfermedad. La importancia relativa de este factor ha ido en aumento y requiere atención urgente", dijo Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la Organización Mundial de la Salud.
"El público debe ser consciente de los vínculos críticos entre la dieta y la salud y exigir acciones públicas para mejorar el acceso y la disponibilidad de alimentos que contribuyen a una dieta saludable.
"Teniendo en cuenta la necesidad de una acción urgente, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado 2016-2025 como el Decenio de Acción de las Naciones Unidas para la Nutrición, y está pidiendo a los gobiernos que asuman tales compromisos”, agregó.
Todo esto requerirá de un esfuerzo conjunto entre los políticos, productores de alientos, comercializadores y distribuidores.
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