Los celos como la envidia son considerados ahora como emociones dolorosas que pueden ser difíciles de distinguir una de la otra. Cuando una persona es celosa, su miedo principal es que puede perder a la persona que ama o el favoritismo que siente de alguien más. Cuando alguien es envidioso, la percepción es que siempre recibe menos de lo que merece.
Los celos han sido estudiados desde el siglo XVII, aunque en un contexto más de drama. El psiquiatra Moreau de Tours citó en sus estudios casos de niños que sentían celos y después, a mitad del siglo XIX, los tratados escritos sobre las pasiones tenían como punto de convergencia que los celos eran universales en la naturaleza y en la cultura. Para los estudiosos de esa época los celos eran una característica del amor y solo cuando era excesiva en grado o intensidad ya se consideraba patológico y por tanto, requería tratamiento.
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Grados de celos
De las conclusiones de Moreau de Tours, el estudioso propuso cinco grados diferentes de celos:
- -Celos débiles: que se expresan por pequeños problemas intelectuales, así como por algunos inconvenientes para la pareja.
- -Los celos fuertes, que provocan peleas y escenas de violencia, incluyendo ideas de homicidio.
- -Los celos violentos: que conducían a pensamientos determinados de homicidio.
- -Los celos excesivos: que acaban en suicidio de la persona celosa.
- -Los celos indignados: que terminaban con el asesinato de la pareja y el suicidio del criminal.
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Estar “enfermo de celos”, sí es una condición
En sus inicios, cuando comenzaron a analizar los rasgos de un celoso, también analizaron la constitución fisiológica.
En los tratados pasionales del siglo XIX consideraban que el hígado del celoso transformaba grandes cantidades de sangre en bilis amarilla, por lo cual los afectados manifestaban trastornos en la digestión, disminución en sus fuerzas. La piel también adquiría un tono verdoso o amarillento.
Descubrieron también que con el tiempo la irritación intestinal se podía transmitir al cerebro y eso explicaba los pensamientos tristes y tumultuosos, el amor a la soledad y a la oscuridad, así como presencia de insomnios que podrían producir melancolía o hipocondría. En casos extremos, conducían al suicidio y la muerte.
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¿Cómo saber tus celos son patológicos?
Sentir algo de celos es normal porque todos los seres humanos tienen inseguridad y miedo de perder a la persona que se quiere, el problema es cuando ese miedo se vuelve obsesivo y es en ese momento que se puede decir si padecen celos enfermizos.
1. Piensas que tu pareja te va a ser infiel: Este es el primer gran síntoma. Si vives en constante ansiedad por miedo a perder a tu pareja o invaden pensamientos de que puede ser infiel y éstos sentimientos interfieren en tu vida diaria, es claro que los celos están tomando el control de tu vida.
2. Ves a las mujeres que se acercan a tu pareja como un foco de amenaza: Las chicas que antes te caían bien, ahora las ves como potenciales “ladronas”. Aquí la obsesión puede ser desmesurada al grado que estés pendiente de cada movimiento y los interpretes como “supuestos” coqueteos.
3. Controlas los movimientos de tu pareja: La necesidad que creas en ti de saber en todo momento en dónde está tu pareja o con quien va también es una prueba de celos enfermizos.
4. Invades su espacio íntimo: Si de pronto te encuentras queriendo entrar a su celular o mirar su computadoras y si al levantarte lo primero que haces es chequear todas sus redes sociales, entonces considera que los celos te están llevando un escalón más allá y del que posiblemente no encuentres retorno.
5. Limitas su libertad: La obsesión de no perder a la pareja puede ser tan grande que comienzas a hacerle llamadas y a dictar normas de cómo debe vestirse y con quién ir, solo puede conseguir que la pareja se sienta acorralada, atada y con ganas de escapar. Esto es un comportamiento común entre la gente que se siente obsesionada con no perder a su pareja, en lugar de plantearse como hacer crecer la relación.
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El padecer este tipo de celos enfermizos tienen como única solución buscar ayuda profesional, que ayude a fortalecer la autoestima y aprender a confiar en la pareja como paz mental y evolución en la relación.
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