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5 sencillos consejos para desarrollar la espiritualidad de los niños

Si deseas inculcar en tus hijos tus valores religiosos y una vida apegada a la espiritualidad es importante que comiences a prepararlos desde que son pequeños.

Si deseas inculcar en tus hijos tus valores religiosos y una vida apegada a la espiritualidad es importante que comiences a prepararlos desde que son pequeños.

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El primer paso que tienes que dar es con el ejemplo, si demuestras ser respetuoso de tus creencias y valores tus hijos no tendrán problema en imitarte y seguir tus pasos.

Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a lograrlo:

1. Comienza desde temprana edad

Si crees que tu hijo no logrará comprender temas religiosos por su corta edad, estás en un error. Hay material exclusivo para niños que facilita su acercamiento a las costumbres y creencias para diversos cultos, además entre más pequeños comiencen con estas prácticas lo verán como algo natural y parte de su vida.

No esperes a que alguien más comience con esta labor.

2. Crea una misión familiar

La mayoría de las religiones tienen cosas en común así que puedes crear con ayuda de todos los miembros de tu familia una declaración de misión familiar, por ejemplo: “Mi familia cree en el respeto a los demás, ayudamos a los más necesitados, no dañamos a los animales y nos brindamos ayuda siempre que lo necesitamos”.

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3. Háblale sobre las tradiciones familiares

Por medio de cuentos y relatos familiares que han sido trasmitidos de generación en generación conseguirás que tu hijo sienta apego por tu religión. Platícales que a ti también te contaban esas historias y cómo se deben celebrar las fechas importantes de acuerdo con tus creencias.

4. Incúlcale el agradecimiento

Ser agradecido es un hábito que va más haya de la religión que profesen, es importante que los niños sepan que el simple hecho de despertar cada mañana, tener un plato de comida, un techo sobre su cabeza y salud son bendiciones por las cuales debe agradecer todos los días.

5. Reflexiona junto a él al final del día

Cuando hayan terminado todas sus tareas y estén listos para ir a la cama es el momento indicado para charlar con tu pequeños sobre lo que vivió en el día, qué le pareció bueno, qué no le gustó y qué podría mejorar para ser mejor. Esta práctica le ayudará a comunicarse, ser honesto y humilde.

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