Kate Hudson no es nueva en el arte de la crianza, tiene 3 hijos, 2 varones de 14 y 7 años, y en octubre del año pasado se convirtió en madre de una niña, fruto de su relación con Danny Fujikawa, y esta vez la actriz ha decidido hacer las cosas de manera diferente.
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La estrella de Hollywood de 39 años reveló en una entrevista con AOL que en esta ocasión la experiencia de la maternidad ha sido completamente distinta y tomó una decisión que sin duda todavía genera polémica: criar a su hija sin un género definido.
Hudson está decidida a dejar que Rani Rose descubra por si misma que es lo que en realidad le atrae, si las muñecas o los cochecitos, las princesas o los dinosaurios, llevar vestido o pantalón.
“Realmente no cambia mi enfoque, pero definitivamente hay una diferencia… aún no sabemos cómo se va a identificar”, explicó la artista.
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Hasta ahora, Kate describe a su pequeña como “increíblemente femenina en su energía, sus sonidos y su estilo, pero por ahora no tratará de encasillarla en algún rol de género.
La educación de “género neutro” se ha vuelto cada vez más popular, sobre todo entre las celebridades. Existen varios ejemplos como Céline Dion, Pink, Charlize Theron, y Angelina Jolie, quienes han dado la libertad a sus pequeños de poder elegir sus atuendos y conductas sin ser determinados por su sexualidad.
La psicóloga Margarita Robles explicó a El País que el derecho de cada familia a elegir la educación adecuada para sus hijos debe ser una prioridad.
“Esta manera supone una forma de educar mucho más respetuosa, porque es el ritmo y desarrollo evolutivo de cada persona el que va marcando el paso, y no la sociedad la que decide, y así se da al menor la opción de descubrir un aspecto de sí mismo que será central en su vida”, indicó la especialista.
Robles expuso que al terminar los primeros años de colegio el menor tendrá definida de identidad de género, que no está relacionada con su fisiología o genitalidad.
“Educar en género neutro puede ser positivo en cualquier caso, por el respeto al proceso evolutivo del niño o la niña y no tiene nada que ver con la orientación sexual que se irá desarrollando y consolidará más tarde, en la adolescencia”, explicó.
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