A la hora de comer, todas las mamás enfrentan el desafío de hacer que sus niños consuman todos los alimentos que les aportan los nutrientes necesarios para su día y su desarrollo, pues naturalmente, los pequeños suelen ser muy quisquillosos con el aspecto y el olor de la comida, pero esto ya no tiene que ser una batalla.
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La experta ingeniera en alimentos Alejandra Sánchez afirma que una excelente estrategia es enseñar a los niños a comer con los colores. "A los niños les encanta hablar sobre los poderes de los superhéroes, de las princesas, pero qué mejor que enseñarles los poderes de los vegetales y las frutas a través del arcoíris", afirmó.
La especialista explica que esta táctica ayuda a que los niños asocien los nutrientes y beneficios, y puedan motivarse a comer. Como ejemplo, "el color amarillo y naranja que lo encontramos en el melón, las mandarinas, la naranjas, la calabaza, tienen un alto contenido en vitamina A que lo que hará será reforzar nuestro sistema inmunológico", aseguró.
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La clave está en explicar a tus hijos cuál es la parte de su cuerpo que aprovecha las vitaminas, minerales y proteínas cuando consumen la porción de determinado color, en el caso del naranja, su piel y ojos son los más beneficiados y la experta afirma que es importante señalarlos explícitamente.
En el caso de color rojo intenso, presente en pimentones, granada, fresas y sandía, es importante "llevar la mano al corazón indicando que el color rojo protege el corazón de las enfermedades cardiacas, así el niño se va a motivar más a comer ese color", detalló.
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En todos los alimentos verdes está presente el calcio, necesario para fortalecer los huesos de los niños en la etapa en la que empiezan a practicar muchos deportes, afirma la experta. "Además, el color verde intenso tiene clorofila, que oxigena nuestra sangre", dice Alejandra, quien también resalta la fibra en estos alimentos, vital para una buena digestión.
Adicionalmente, la experta aconsejó: "Es muy importante recordar cuando vamos a comer estos vegetales, mantener la cáscara porque ahí es donde está el mayor contenido de nutrientes y el mayor contenido de fibra".
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En el caso del color morado o violeta, estas frutas tienen potentes propiedades antienvejecimiento debido a sus altas cantidades de resveratrol y en los niños, "aumenta la memoria, la fortalece, importante para que rindan mejor en el colegio", dice Alejandra, quien agregó que los alimentos de este color ayudan a combatir las infecciones.
Por último, "el color blanco lo que va a aportar es mucho fósforo y va a ayudar a mantener sanos los músculos", dice la ingeniera en alimentos, quien resaltó que los niños necesitan cinco porciones al día entre vegetales y frutas, "pero no sólo es que se consuman esas cinco porciones, sino que además tengan variedad", señaló.
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Finalmente, la experta asegura que los alimentos con un tono más intenso son los que mayores nutrientes aportan. "Siempre que tengamos el plato en la mesa, recordar que a mayor color, mayor protección tendrá nuestro cuerpo", afirmó.
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