Si eres una mujer embarazada a la que le gusta estar a la moda y aún tienes dudas respecto a si puedes ponerte zapatos de tacón alto con precaución en ciertas ocasiones, entonces dale un vistazo a la manera en la que Meghan Markle ha logrado llevar este calzado para destacar el glamour que la caracteriza.
Durante su visita a la nueva escultura en Hamilton Square, Inglaterra, Markle quiso dejar atrás los colores neutros para lucirse con un abrigo rojo vibrante, un vestido morado y unos zapatos de terciopelo rojo con un tacón de 9.5 centímetros de la marca Stuart Weitzman.
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Hace unos días, la duquesa visitó la organización caritativa Mayhew dedicada a los animales, en donde llevó puesto un vestido de maternidad en color crema de H&M, un abrigo de casimir del Emporio Armani y unos zapatos del mismo tono de Stella McCartney. Sin duda, este estilo monocromático la hizo lucir muy elegante.
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Las sandalias abiertas de Stuart Weitzman, con un tacón de 10 centímetros, fueron el complemento ideal para el look de Meghan durante la gala benéfica del espectáculo “Totem” del Cirque du Soleil. En esa ocasión, la duquesa pintó sus uñas de los pies con un esmalte oscuro para lucir perfecta.
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En ocasiones, cuando el atuendo de Meghan es más plano, con colores neutros y oscuros, le gusta que sus zapatos sean los que llamen la atención, como ocurrió durante su visita a la organización Smart Works, en donde lució unos tacones con estampado de vaca de la marca Gianvito Rossi. El vestido de maternidad era de Hatch y el abrigo en color camello fue diseñado por Oscar de la Renta.
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Para el servicio religioso de Navidad, la duquesa llevó un atuendo más acorde a los lineamientos de la realeza, pero le dio su toque propio con unas botas de piel de Victoria Beckham, con un tacón un poco más cuadrado, pero sin perder altura.
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Los desafiantes looks de Markle han causado controversia, pues los tacones altos en mujeres embarazadas, especialmente durante el tercer trimestre, puede ser perjudiciales para la salud, además de elevar el riesgo de una caída.
Se recomienda que durante los últimos meses del embarazo se utilicen tacones de entre 3 y 5 centímetros, algo que miembros de la realeza como Kate Middleton o la misma reina Isabel han seguido al pie de la letra.
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