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Protege a tus hijos del abuso sexual enseñándoles a nombrar sus partes íntimas de manera correcta

La mejor manera de proteger a tus hijos contra el abuso sexual es hablando sobre su anatomía, su independencia corporal y su sexualidad. Conoce los detalles.

La educación de los hijos no es tarea fácil y menos cuando se trata de abordar temas considerados tabú como lo es la sexualidad.

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Sin embargo, cuando hay que proteger a los más pequeños de la casa necesitamos hacer todo lo necesario, y eso implica enseñarles a protegerse del acoso y abuso sexual.

Una manera efectiva de hacerlo es teniendo conversaciones sobre su anatomía, su independencia corporal y su sexualidad.

La educadora sexual Lydia M. Bowers tiene varios puntos importantes que son de gran utilidad para conseguir una comunicación asertiva, para que los niños y niñas logren identificar situaciones de riesgo y se sientan cómodos al hablarlo con los padres.

-Utilizar los términos adecuados para las partes del cuerpo.

De acuerdo con Bowers, cuando evitamos decir algunas palabras relacionamos los términos con vergüenza o desconfianza. Lo ideal es que los menores puedan referirse a su pene, vagina y ano como lo que son, una parte más del cuerpo, como si estuvieran hablando de su nariz o su boca.

Al conocer los nombres correctos de la anatomía es más sencillo que ellos expresen si algo les duele o si alguien ha intentado tocarlos en sus partes íntimas.

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-No nombrar de manera “tierna” o con apodos las partes íntimas.

Al poner apodos a los genitales de niños y niñas se puede generar confusión y si llegaran a experimentar algún tocamiento inapropiado sería más difícil detectarlo.

La especialista señala que además se forja la idea de que algunas partes del cuerpo son “sucias, malas o vergonzosas” por eso no pueden ser llamadas por su nombre real.

-Promover la autonomía corporal como algo cotidiano.

Es muy común que algunos padres ordenen a sus hijos a saludar de beso, dar abrazos o dejarse acariciar por personas conocidas, sin embargo, esto va en contra de la autonomía de los pequeños, ya que son ellos quienes deben decidir si hacerlo o no.

En situaciones cotidianas como la limpieza de su cuerpo o la alimentación también se debe aplicar la autonomía. El menor debe dar la autorización para que mamá o papá los revise, también deben ser escuchados cuando expresan estar satisfechos con la comida, así aprenderán que tienen el control y que pueden ser escuchados y respetados.

-Utilizar libros y videos especiales para niños.

En el mercado existen una gran cantidad de libros y material audiovisual que te ayudará a ejemplificar situaciones de riesgo, la anatomía humana y la seguridad corporal.

Los dibujos, colores e historias son un gran apoyo para los padres y educadores, ya que con estos lograrán captar la atención de los menores.

-Enseñar a los pequeños a confiar en sus instintos.

Hablar con los niños y preguntarles qué harían en una situación incómoda o peligrosa, permitirles expresarse y ayudarlos a decidir es la manera correcta de darles seguridad, recuerda que los pequeños aprenden imitando la conducta de los mayores. No olvides que la comunicación es la base de la confianza.

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