Gracias a los beneficios que le aporta a la salud, la dieta mediterránea se ha vuelto muy popular. Sin embargo, puede que tengas algunas dificultades para seguirla. Si es así, descubre esta alternativa.
Un giro a una dieta clásica
Una nueva versión de la dieta mediterránea ofrecería los mismos beneficios para la salud y también la haría más accesible para muchos americanos, según un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Seguir la dieta mediterránea puede ser complicado, ya que reduce al mínimo el consumo de lácteos y permite pocas variantes, como yogur y queso, señala el sitio Healthline.
El problema es que los lácteos son una parte importante en muchas dietas occidentales, como la de los EEUU.
La dieta nueva, llamada MedDairy, complementa a la mediterránea con tres porciones de lácteos al día, manteniendo los beneficios para la presión arterial, el colesterol, las funciones cerebrales y el humor.
“Esto demuestra que la dieta mediterránea puede modificarse para mejorar la viabilidad en poblaciones distintas, y continuar reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y demencia”, opina Alexandra Wade, autora del estudio, en Healthline.
Lácteos permitidos
La dieta mediterránea típica suele incluir muchas frutas, vegetales y legumbres, así como también granos sin refinar, aceite de oliva extra virgen y pescado.
Al mismo tiempo reduce el consumo de carnes rojas, aves, azúcar y productos lácteos. El problema es que esta dieta tiende a ofrecer una cantidad insuficiente de calcio.
“Países como los EEUU calculan las recomendaciones de nutrientes basadas en las necesidades específicas de sus poblaciones. En su forma actual, la dieta mediterránea tradicional no cumple con estas recomendaciones”, explica Wade.
“Esto podría limitar la sostenibilidad a largo plazo y la aceptación de la dieta, especialmente en poblaciones mayores donde existen riesgos altos de sufrir enfermedades como la osteoporosis”, continúa la experta.
Por lo tanto, si quieres alimentarte bien y cuidar tu salud, lo mejor es prestar atención en tus comidas. Recuerda que ante cualquier duda debes consultar a un médico.
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