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Cuando el mundo está al revés: 23 formas de apoyar a los padres en duelo | Today

Perder a un hijo es algo en lo que a nadie le gusta pensar, pero es vital tener a la mano estos consejos par ayudar a un padre en desgracia.

Estos son los consejos que nunca quiero dar, o más bien, los que nunca quiero que alguien necesite. Pero la más difícil de todas las verdades es que a veces el orden del mundo se vuelve del revés y los hijos mueren. En los 11 años transcurridos desde la muerte de mi primer hijo, Phoenix, muchas personas me han preguntado qué pueden hacer por un ser querido o colega que ha perdido un hijo. Comencé a mantener esta lista, que ha evolucionado con la ayuda de otros padres afligidos que han agregado sus propias sugerencias. Espero que nadie que conozcas tenga que saber estas cosas. Pero en caso de que alguna vez lo hagan, esto es lo que tengo

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En primer lugar, gracias por querer ayudar a un padre que ha perdido un hijo. Incluso aquellos de nosotros que hemos perdido a un hijo a veces luchamos por saber cómo estar allí para otro padre recién fallecido. No tenía las palabras para saber qué pedir en ese momento, pero tuve la suerte de estar rodeada de amigos. Lo más importante que debes saber es que simplemente por tu deseo de estar allí con alguien en medio de una pérdida profunda, estás mostrando un corazón valiente y el mayor amor posible. Gracias.

Aquí hay 23 sugerencias de formas de ayudar:

- Estar ahí de cualquier manera se siente bien. Aparece enviando un texto. Aparece enviando una tarjeta. Preséntate en persona si eso es algo que quieren los padres. Representamos la peor pesadilla de todos y tememos que nuestros amigos no puedan manejarnos.

- Marca en tu calendario el cumpleaños del niño y envía a los padres una tarjeta, un correo electrónico, un mensaje de texto o flores para que lleguen ese día. Haz lo mismo con el aniversario de su muerte.

- No tengas expectativas de la familia. Es probable que no puedan responder a tarjetas, mensajes de texto, cartas o llamadas telefónicas. Pero sigue ahí para ellos.

- Comparte su dolor y aprende que no puedes arreglarlo. Tu presencia y tu amor les ofrecerán el único bálsamo que hay.

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- Si te encuentras en un círculo muy cercano, ofrece ayuda con las llamadas telefónicas y notifica a otros sobre la muerte del niño. Estaré siempre agradecida con mi mejor amiga, Jen, quien aunque se afligió profundamente, hizo esas llamadas telefónicas más difíciles, una y otra vez, cuando mi esposo, Mike y yo no pudimos.

- Ve al servicio conmemorativo si es público.

- Estará bien llorar delante de ellos.

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- Di el nombre del niño en voz alta. Dilo ahora, dilo en los próximos años. Dilo a sus padres y su familia. Será la música más hermosa que escucharán.

- Habla sobre el niño que ha muerto. Trae recuerdos de él o de la hermosa manera en que su mamá o papá lo cuidaron. No tengas miedo de recordarles algo doloroso porque un padre afligido nunca lo olvida, ni siquiera cuando duerme.

- Hazle saber a los que están a su alrededor que no les digan a los padres que el niño está en un lugar mejor, que esta es la voluntad de Dios o que las cosas suceden por una razón. Esas son palabras intensamente dolorosas para que un padre afligido las escuche. Nada hará que esto esté “bien".

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- No esperes que lo "superen". Los padres en duelo aprenden a integrar la pérdida en sus vidas y pueden sentir alegría y felicidad nuevamente, pero no superan una pérdida como esta. Este tipo de pena no tiene horario.

- Apoya aquello que los padres necesiten hacer. Sin ningún tipo de juicio.

- Si no sabes qué decir, puedes decir: "Lo siento. Te amo. Estoy aquí. No voy a ninguna parte". Puedes decir eso una y otra vez.

- Acompaña a los padres. Lo que quieran y necesiten cambiará, en algún momento, pero por hora acompáñalos y apóyalos.

- Si el niño tiene un hermano, apóyalo. Ofrece oportunidades para hablar sobre el hermano que murió de forma natural. Pero debes saber que los niños sorprenden al saber cuándo es demasiado para ellos y cambiarán abruptamente el tema cuando lo necesitan. Deja que eso suceda.

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- Si hay otro niño, ofrécete a sacar a ese niño para hacer cosas "normales" de niños, como ir al cine, ir de campamento o jugar con amigos.

- Ofrece ayuda de maneras específicas: traer una comida, ayudar a cuidar a los otros niños, lavar su ropa. Preguntarles qué necesitan será una pregunta demasiado grande en este momento. Realiza tareas domésticas de forma espontánea, como vaciar la basura si está llena.

- Cuando los padres están viviendo un terrible dolor, una de las cosas más amables que puedes hacer por ellos es ayudarlos a organizar su ropa. Será lo último en lo que pensarán en esos días y tener la facilidad de sacar del armario una muda lista para usar, les ayudará mucho.

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- Si eres alguien cercano a la familia, haz planes en el futuro. Algunos de nuestros amigos nos llevaron a cenar todos los miércoles durante el primer año después de la muerte de nuestro hijo. Me apoyé en la rutina. No importaba que apenas pudiera comer. Podía sentir su amor y de eso se trataba.

- Ofrécete para cancelar la suscripciones de correos físicos y electrónicos con publicaciones dirigidas a padres, pues esto puede ser difícil de recibir en esos momentos.

- Te necesitarán más en dos meses. Para entonces, la gente normalmente ha vuelto a la normalidad y habrá dejado de aparecerse. Visítalos.

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- Puede ser difícil para los padres estar cerca de otros niños de la edad del niño que murió. Sepa que no es personal y que no significa que los padres no amen a esos niños, es así.

- El dolor es físico. Ofrece llevar a los familiares a un masaje o acupuntura si puedes. Ofréceles ayuda para encontrar una clase de yoga y acompáñalos. Invítalos a dar un paseo.

Por último, gracias. Gracias por su cuidado y su valentía al querer estar ahí para un amigo afligido. Ese es el verdadero amor encarnado.

Puedes leer el artículo completo aquí.

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