A pesar de que los esfuerzos de los especialistas de la salud están más enfocados en hacer que las personas puedan perder peso para evitar enfermedades, también existen consecuencias potencialmente graves asociadas con tener bajo peso, que se define como tener un índice de masa corporal (IMC) de 18.5 o menos.
Kay-Tee Khaw, profesora de gerontología clínica en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, señaló a la revista Time que varios estudios han encontrado una relación entre el peso bajo y el aumento de riesgo de mortalidad, al ser un posible indicador de enfermedades como el cáncer.
Por si fuera poco, el índice de masa corporal también está constituido por los huesos y músculos, por lo que tener un IMC clínicamente bajo puede provocar debilidad, pérdida de equilibrio, fracturas y otros problemas de salud, especialmente en adultos mayores.
Para poder contrarrestar los efectos de un índice de masa corporal bajo se puede ganar peso, pero hay formas muy saludables para hacerlo sin correr el riesgo de aumentar demasiado.
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Eric Ravussin, profesor de la Universidad Estatal de Luisiana, recomienda añadir alimentos ricos en nutrientes a la dieta diaria. Para el caso de las grasas, los productos que se pueden incluir son: aceite de oliva, aguacates, nueces, mantequillas de nueces, semillas y pescado graso. También se pueden reemplazar los productos lácteos bajos en grasa con leche entera, quesos y yogur griego.
Para poder consumir más de estos alimentos en una dieta regular, Ravussin recomienda hacer tres comidas completas a lo largo del día y consumir bocadillos de 300 calorías por la mañana y por la tarde. “Cuando existe obesidad, recomendamos que no se tomen bocadillos, pero sí estás tratando de ganar peso, comer con más frecuencia es una solución”, aseguró.
Sin embargo, el profesor señaló que las comidas no deben estar compuestas únicamente por grasas, sino que se deben incluir vegetales, granos completos, legumbres y proteínas, para evitar una deficiencia nutrimental.
Hacer malteadas con productos de alta densidad calórica también es muy recomendable. Se pueden incluir crema de maní, aguacate, nueces, yogur o leche, además de algunas frutas o vegetales, solo que es preferible consumirla después de las comidas y no antes, para no perder el apetito.
Por último, hacer ejercicio de manera regular es otra forma de incrementar el índice de masa corporal, ya que el músculo pesa más que la grasa. Algunas prácticas, como el levantamiento de pesas, ayudan a aumentar la densidad de los huesos. Además, la actividad física estimula el apetito, por lo que es más fácil consumir más calorías después de un entrenamiento.
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