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No lo elogies en exceso y otros tips de la ciencia, para cuidar la autoestima de tu hijo

¿Cómo puedes ayudar a mejorar la autoestima de tu hijo? Checa algunos consejos, basados en hallazgos científicos.

Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Y eso incluye que crezcan con confianza en sí mismos y una gran autoestima. ¿Cómo puedes ayudarlos en ese sentido? Checa algunos importantes datos provistos por estudios científicos. 

La importancia de las relaciones sociales

Los niños formarían su opinión de sí mismos basándose en parte en sus vínculos sociales, según una serie de artículos publicados en la revista científica Child Development, en 2017. Por ejemplo, desarrollarían una autoestima más alta cuando reciben calidez de sus padres. ¿Qué significa ser cálidos? Por ejemplo, interesarse por las actividades de los niños y compartir la dicha con ellos, lo que los hace sentir valiosos. 

Cuidado con los excesos

Los elogios excesivos o exagerados podrían ser negativos para la autoestima de los chicos. Decirles cosas como "¡Guau, qué increíble trabajo hiciste!" de forma constante podría generar pomposidad, pero a la vez hacer que se preocupen por no estar siempre al nivel de lo que se espera de ellos. 

Por eso, desde el sitio de la revista Parents se aconseja elogiarlo seguido, pero no con mentiras o exageraciones, sino de forma específica. En lugar de decir "Qué impresionante obra de arte, eres el mejor artista del mundo", prueba "Me gusta mucho cómo dibujaste a toda la familia, inclusive incluiste detalles como la barba de papá". Otra gran sugerencia del mismo sitio es explicarle a tu hijo que nadie es perfecto y que tampoco se espera que él lo sea. 

Mentalidad de crecimiento

Otro punto muy importante para la autoestima sería tener una mentalidad de crecimiento. Es decir, creer que es posible desarrollar y mejorar las habilidades a través del esfuerzo y la educación. Los niños con ese tipo de mentalidad se encontrarían dispuestos a aceptar desafíos, persistirían ante las dificultades y verían el fracaso como una oportunidad para mejorar. Para alentar esa mentalidad, los padres pueden elogiar a sus hijos por su esfuerzo en vez de su habilidad y enseñarles que el fracaso es beneficioso. 

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