En 1995, la princesa Diana recibió una angustiosa carta de una mujer que detallaba las dificultades que vivía en su matrimonio; Diana se identificó de inmediato con la situación de aquella mujer, llamada Erika, y tal fue su empatía que le escribió una emotiva respuesta, ya que parecía ser que las aquejaba el mismo mal: la ruptura con sus esposos.
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En la misiva, Diana elogió el “coraje” que mostró Erika en su carta, diciendo que reconocía los "moretones físicos y mentales" que la dama tenía que soportar.
La carta dice:
"Querida Erika,
Recibí tu carta y, por supuesto, la leí con preocupación y con el deseo de apoyarte en todo lo que pueda.
Hay mucho dolor dentro de ti, por lo tanto, el ‘bloqueo’, como tú lo llamas, es una respuesta natural para alguien que ha pasado por los traumas que tú has experimentado.
Sé que se necesita mucho coraje para escribir como lo hiciste tú, pero con esa honestidad y claridad la luz aparecerá en el túnel.
Estoy pensando mucho en ti, no te des por vencida, Erika.
Con mucho amor, Diana”.
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No se sabe mucho más sobre Erika, la señora que recibió la carta de Diana.
Un coleccionista británico adquirió la carta de Erika y la llevó a la casa Julien's Auctions para ser subastada con un precio de salida de $4,500.
Nueve meses después de escribir y firmar esta carta, el 28 de agosto de 1996, la princesa Diana y el príncipe Carlos se separaron definitivamente y firmaron el divorcio.
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