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Por qué tu niño hace los peores berrinches en las fiestas y cómo evitarlo | Today

Es durante las fiestas familiares que por alguna razón, los pequeños hacen sus peores rabietas. Aquí te decimos cómo evitarlas de la mejor forma.

¿Por qué los niños pequeños siempre parecen tener sus peores berrinches en los días festivos, cuando viene de visita toda la familia, o cuando van a una fiesta en otra casa? ¿Y hay algo que los padres puedan hacer para cambiar eso?

Foto: Getty Images

Los niños tienen rabietas cuando se sienten emocionalmente abrumados; de hecho, eso es lo que son las rabietas: una manifestación de comportamiento o expresión de emociones abrumadoras. ¿Y qué causa que los niños pequeños se sientan más abrumados?

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Una ruptura con las estructuras y rutinas típicas 

Los niños se sienten más tranquilos y seguros cuando su mundo es predecible, cuando saben qué esperar, cuando se realizan rutinas diarias, rituales y estructuras. Una vez que estás en una reunión familiar, muchas de esas comodidades cotidianas salen por la ventana. De repente, las cosas que tu niño puede predecir normalmente ya no son predecibles, lo que puede llevarlo a sentirse abrumado y al berrinche. Entonces, ¿cómo abordar esto?:

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1. Dile a tu hijo qué pasará por adelantado: ¿A dónde van? ¿Cómo van a llegar allá? ¿Cuánto tiempo tardarán? ¿Quién estará allí? ¿Qué va a pasar primero? No necesitas tener planeado cada minuto del día, pero cuanto más puedas preparar a tu hijo para lo que está por venir, más seguro y tranquilo se sentirá.

2. Miren las fotos de reuniones pasadas y / o de miembros de la familia con anticipación, para que las caras se vean más familiares.

3. Hagan un dibujo de lo que pasará en la reunión, y tal vez incluso hagan un libro juntos: "La aventura de Acción de Gracias de la familia".

4. Planifica (o, al menos, piensa) cómo vas a manejar los problemas como los refrigerios, los modales, los postres, la hora de acostarse, etc. Cuanto más reflexiones con anticipación, más tranquilo será el día.

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Una conexión rota o más débil contigo

La conexión activa de los niños pequeños con sus padres o cuidadores proporciona una sensación de seguridad más profunda que cualquier otra. Saber que tienen a su "aliado" en su esquina en un momento dado puede hacer maravillas para prevenir o disminuir las rabietas.

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En las reuniones familiares, sin embargo, este sentido de conexión a menudo se rompe. Ya sea que estés estresada por las tareas en cuestión, preocupada por ser juzgada por tu crianza de los hijos, o simplemente emocionada por ponerte al día con tu primo favorito, es probable que tu pequeño sienta un aumento en su energía nerviosa, y que sienta que no es lo más importante en tu mente. Entonces, ¿cómo manejar esto?:

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1. Encuentra maneras de comunicar que estás ahí con y para tu hijo (Nota: esto no significa que necesites convertirlo en el centro de tu universo en todo momento).

2. Configura una palabra clave o una señal secreta de antemano (a los niños les encanta este tipo de cosas): "Cuando te mire a través de la habitación y me tape la oreja, significa que te estoy enviando un mensaje".

3. No determines que "necesita un descanso" y lo retires de la acción de una manera humillante, que en el mejor de los casos es muy estresante para tu hijo. Más bien, construye descansos preventivos: vayan a dar un paseo rápido o haz que te ayude con algo.

4. Si tu hijo comienza a hacer una rabieta y sientes las miradas de desaprobación de tus parientes, recuerda que estás en el equipo de tu hijo. Comunica esto verbalmente o de otra manera.

5. Para conectarte con tu hijo de manera auténtica, necesitas estar conectado a tierra y estar regulado emocionalmente. Haz el ejercicio de "cinco sentidos": piensa en cinco cosas que puedes ver y dilas en voz alta, cuatro cosas que puedes tocar, tres cosas que puedes oír, dos cosas que puede oler y una cosa que puedes probar. Centrarte en tus experiencias sensoriales te hace regresar a tu cuerpo y a un lugar de equilibrio emocional que, a su vez, te permite estar allí para tu pequeño.

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