Llevar a un niño pequeño en público puede ser aterrador. ¿Hará un berrinche? ¿Se escapará? Es complicado ser padre en estos momentos sin abrumarte. Pero el príncipe William y Kate Middleton, duques de Cambridge, utilizan con frecuencia un truco de crianza común para el príncipe George y la princesa Charlotte, seguramente pronto lo harán con el príncipe Louis.
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¿El secreto? Agáchate y mira a los niños a los ojos. El príncipe Harry y Meghan Markle, duques de Sussex, quienes recientemente anunciaron que están esperando su primer hijo, emplearon la técnica de ponerse al mismo nivel de los ojos cuando se reunieron con niños en su viaje a Australia esta semana. No solo es efectivo, sino que también es bastante adorable.
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"El contacto visual es notablemente poderoso y efectivo", dijo la doctora Debi Gilboa, autora de libros para padres, madre de cuatro hijos y terapeuta familiar. "Nuestros niños tienen un patrón de saber que cuando ven nuestra cara tienen nuestra atención. Y lo contrario también es cierto", afirmó.
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Inclinándose para mirar directamente a tus hijos, demuestras que estás prestando atención y también les ayudas a escuchar mejor. Si bien esto facilita la comunicación y fomenta el vínculo, también brinda a padres e hijos algo muy necesario en situaciones delicadas: la privacidad.
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"Es respetuoso hablar con un niño sobre cualquier malestar que tenga o corregirlos sin que todos lo escuchen", dijo Gilboa. Esto es imprescindible para los príncipes y princesas que están creciendo en el ojo público. Pueden cometer errores y aprender de ellos sin sufrir una presentación vergonzosa, lo que reduce parte de la presión de ser un niño real.
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"Tiene que ser bastante difícil estar en el ojo público debido a su familia", dijo Gilboa. También salva a sus padres de la humillación. Todos hemos tenido momentos en los que perdemos la calma o queremos gritar. Agacharse y crear un espacio privado protege a los padres de exponer de manera incómoda su ira. Una conversación de ojo a ojo preserva la dignidad de todos.
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Esto parece importante para los duques de Cambridge, ya que llevan a sus hijos como parte de sus deberes oficiales. Si bien es refrescante ver cómo las normas de crianza de los hijos han cambiado en la familia real, hay un enfoque crítico en sus habilidades de crianza.
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En el caso de los duques, ellos "están de acuerdo en hacer la crianza de sus hijos algo público", dijo Gilboa. Ellos de alguna manera son un modelo. Las conversaciones cara a cara también pueden ayudar a los padres a entender mejor a sus hijos. Agacharse al nivel de un niño le da a un adulto una visión de cómo ven el mundo.
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"Si Kate mira a su alrededor, verá más de la cosmovisión de sus hijos y ese cambio físico por su parte puede darle una idea no solo de su bienestar físico, sino también de lo que está sucediendo emocionalmente", dijo Gilboa.
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Cuando estás al nivel de tu hijo, notas mejor el tembloroso labio que indica una posible rabieta o el lento pestañeo en los ojos que indica somnolencia. "Si realmente vigilas a tu hijo, a veces podrás evitar la rabieta antes de que suceda", dijo Gilboa. "No me refiero a sobornarlos; me refiero a prestar atención a sus señales", afirmó la doctora.
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