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"Cuando los hijos crecen, aprendes la importancia de disfrutar del ahora"

Todas las etapas de la vida de una mamá, por duras y difíciles que sean, deben aprender a valorarse, pues se van más rápido de lo que esperas.

Mi hijo mediano se graduó de la universidad. Hoy estoy tratando de averiguar cómo funciona el tiempo. Hace mucho tuve tres hijos en un lapso de tres y medio años. La vida estaba alborotada. Ahora tengo dos hijos graduados de la universidad, y el tercer "niño" caminará a su etapa universitaria el próximo mayo. La vida es profundamente tranquila.

Foto: Shelby Spear

Pero en un punto mi vida estaba llena de ruido y caos. No sabía lo que me esperaba. Como madres, garantizar la salud, la seguridad y el bienestar de nuestros hijos es sólo una de las enormes responsabilidades que tenemos en la vida. Otros roles pueden incluir el de esposa, voluntaria, profesionista, cuidadora, confidente, presidenta, entrenadora, etc. 

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Cuando tantas partes móviles compiten por nuestra atención, la carga puede ser abrumadora. En un momento dado, una o más de estas áreas pueden descomponerse y dejarnos tambaleando.

Foto: Getty Images

Si no nos ocupamos del daño cuando ocurren los problemas, en poco tiempo nuestra vida completa puede salirse de control. He estado allí. Cuando mi casa estaba llena de contratiempos, mi esposo viajaba por trabajo. Con el tiempo, mi agotamiento se convirtió en resentimiento, lo que dio origen a un conflicto matrimonial, que dio lugar a noches de insomnio. 

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Durante los años de adolescencia, las batallas por la independencia me dejaron agotada, lo cual se transformó en estrés alimenticio para el desayuno, el almuerzo y la cena, que me provocaron úlceras en el estómago.

Foto: Getty Images

Lo que vine a aprender de la manera difícil es el valor y la importancia de disminuir la velocidad. Para hacer una pausa lo suficientemente larga como para dar un paso atrás y evaluar lo que está sucediendo. A veces, esto luce como escapar por un solo día, reunirse con amigos que te apoyan o dedicar el tiempo para asistir a un retiro espiritual de fin de semana.

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No sé si estás en medio de la oscuridad, la dulzura de los años elementales, el drama y la angustia de la escuela secundaria, el empuje y el tirón de la etapa adolescente o estás mirando fijamente el abismo de un nido vacío. 

Foto: Getty Images

Lo que sí sé es que estas estaciones pasan volando. Es por eso que, con cada año que pasa, me recuerdan que el ahora mismo es todo lo que importa. Este momento.

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Independientemente de la etapa de la maternidad en que nos encontremos, la única manera de pasar el tiempo a nuestro favor es sumergirnos en el presente. En los desórdenes, alegrías, pruebas, celebraciones, momentos dolorosos y experiencias idílicas.

Foto: Getty Images

Experimentar cualquiera de estos escenarios significa que todavía estamos aquí. Vivos y respirando. Bendecidos. Cada segundo cuenta cuando el tiempo pasa a la velocidad de la luz. Aunque la vida nos sorprenda, el AMOR es una constante. Es nuestro para dar y recibir. Ahora mismo. En este momento.

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