Es probable que si tienes un mal jefe no importe demasiado cómo haces tu trabajo, ya que te traerá problemas incluso cuando tu desempeño sea bueno. Las relaciones laborales suelen ser complicadas, pero lo son aún más cuando se trata de tu superior. Pon en práctica estos consejos y aprende a lidiar con la situación.
1. Ten paciencia (mucha)
El 50% de los empleados renuncian a su trabajo para “alejarse de su jefe y mejorar su vida en general”, según una encuesta de Gallup. Sin embargo, el sitio Psychology Today señala que esa cifra podría ascender hasta el 75%. ¡Increíble!
Lidiar con un mal jefe puede ser estresante e impactar en tu desempeño laboral y tu vida fuera del trabajo. Por eso, antes de angustiarte, debes aprender a comunicarte con esta persona.
No vivas preocupado por lo que sucedió ayer o por lo que podría decirte mañana. Si tu jefe te presiona de un modo malo, antes de reaccionar respira e intenta mantener la calma para tener una mirada más clara de la situación, recomienda el sitio de la revista Forbes.
2. practica la empatía
Esto significa que debes ponerte en los zapatos de tu jefe. Sí, puede ser difícil. Pero intenta comprender las dificultades de su trabajo y el estrés que conllevan. Tal vez está atravesando un momento personal duro. Si practicas la empatía, quizás descubras que ese maltrato no es personal.
3. Asume la responsabilidad
Existe una posibilidad de que tu jefe tenga una actitud similar con todos los miembros del equipo de trabajo, pero ¿y si solo se comparta así contigo?
En ese caso, quizás debas pensar si sucedió algo que lo haya provocado. Si es así, toma las medidas necesarias para solucionarlo. Si no hiciste nada malo, deberás tener paciencia.
4. Libera el estrés…
Pero no lo hagas dentro de la oficina. Es normal que necesites conversar con alguien para desprenderte de los sentimientos negativos que provoca la situación. Sin embargo, hazlo con un amigo o un familiar, lejos del entorno laboral.
Aprender a lidiar con estas situaciones no es nada sencillo. De hecho, muchas personas no pueden. Por eso, lo mejor es mantener la calma y buscar soluciones que no perjudiquen tu empleo.
Aunque no te des cuenta, estos hábitos te hacen ver poco profesional:
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