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¿Quieres criar a niños que sean de mente abierta? Entrégales un mapa

Si quieres abrir los horizontes de tu hijo, enseñarle sobre la tolerancia, el respeto, la diversidad y la solidaridad, entrégale un mapa.

En la habitación de mi hijo hay dos mapas del mundo: un gran atlas mundial de papel con líneas longitudinales y latitudinales que cruzan el globo aplanado; y otro mapa que es una versión laminada, caricaturesca, con pequeñas imágenes de animales y nombres escritos con letras caprichosas. El segundo mapa llegó con un marcador de borrado en seco, y mi hijo y sus amigos lo usaron para "decorarlo" con palabras de humor inocente y agregaron la palabra "a tope" a ubicaciones aleatorias desde el mar hasta el mar brillante. Es un mapa que solo un niño de 8 años podría amar.

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Pero debajo de los garabatos y las tontas bromas de los nombres de los países, está aprendiendo y, con eso, las discusiones comenzaron. Él aprendió dónde se encuentra China en relación con los Estados Unidos en el mapa, y sabe que Togo es un país real. Él sabe que Alaska parece ser parte de Canadá y nos conecta con nuestros vecinos del norte.

Foto: Getty Images

Aún no ha viajado fuera del país, pero ese es mi objetivo para él, que vea y experimente otras culturas fuera de la suya. Quiero que comprenda que Estados Unidos no es una isla aislada en la parte superior de la cadena alimenticia y que todos los demás países del mundo son importantes a su manera. Para mí, es importante que sepa por qué todos estamos interconectados y cómo su herencia incluye ancestros que llegaron a América después de viajar por todas partes.

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"Los viajes te cambian", dijo el fallecido chef mundial Anthony Bourdain. "A medida que avanzas en esta vida y en este mundo, cambias ligeramente las cosas, dejas marcas, por pequeñas que sean. Y a cambio, la vida y los viajes te dejan marcas”.

Foto: Getty Images

Sin embargo, viajar no es barato, y no todas las familias tienen los medios para llevar a sus hijos en un viaje de 10 países a Europa en verano. Algunas familias ni siquiera pueden darse el lujo de sacar a sus hijos de su ciudad de origen.

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Tal vez sea suficiente para aprender y soñar, el colocar alfileres en un mapa en su habitación para todos los lugares que tu hijo desee recorrer. Y tal vez no sea suficiente. Definitivamente no es suficiente para que la próxima generación comprenda que no somos el país estrella en la Tierra y todos los demás, simplemente son inferiores.

Foto: Getty Images

Bourdain se dio cuenta de esto más que la mayoría, y se encargó de educar a través del periodismo de viajes. Sumergiéndose en las formas de vida locales a través de la comida, le mostró al mundo, y especialmente a su mayor base de admiradores en Estados Unidos, cómo abrir sus ojos a los ricos tapices de personas muy diferentes de nosotros. Cuando era niña, era una suscripción de National Geographic la que me daba sueños de hacer viajes por el mundo. Bourdain fue como una edición sobre comida de National Geographic que cobró vida.

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Incluso dentro de los Estados Unidos, cada estado tiene un sabor diferente respecto a su estado vecino, especialmente de una región a otra. Louisiana, por ejemplo, tiene un léxico diferente a cualquier otro. En Nueva Orleans, la ciudad más colorida del estado, la influencia cajún-francesa se manifiesta en la comida, las señales de la calle e incluso la forma en que la ciudad se divide en parroquias. Massachusetts está inmerso en los principios del estilo americano y la historia. Wyoming tiene rastros del viejo oeste salvaje.

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Ohio, Indiana, Illinois y Iowa se ven similares en la superficie, pero tienen diferentes puntos de vista sobre la familia, la política y la conservación. De hecho, el medio oeste contiene gran parte de las tierras de cultivo y grano que los estadounidenses consumen todos los días. Si los niños de la ciudad no tienen la oportunidad de ver la exuberante belleza de un campo de altos tallos de maíz en julio o rollos de heno en la cosecha, pueden pensar que los que viven allí son sólo granjeros anónimos y sin rostro.

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Cuando mis bisabuelos se mudaron a América, los italianos eran considerados ciudadanos de segunda clase. Se unieron en comunidades donde se sentían seguros y aislados de quienes los odiaban. Sin embargo, lo tenían fácil en comparación con la comunidad negra, que intentaba salir del agujero que la esclavitud había creado para ellos.

Foto: Getty Images

La generación de mis abuelos e incluso, en algunas partes, la generación de mis padres, vio la segregación y fuentes de agua "solo para blancos". En algunas partes del país, el resentimiento y el miedo al cambio aún no han desaparecido. Cuando los padres no les dan a sus hijos la oportunidad de abrir sus mentes a otras personas y culturas, el racismo se infecta como una herida abierta. Se mantiene cruda y dolorosamente, y los niños criados con esos sentimientos aprenden a temer y también a odiar.

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El miedo a lo desconocido es una de las principales razones por las que las personas arremeten contra los demás, y eso lleva a los padres a transmitir esos temores a sus hijos. "Las personas asustadas se convierten en personas enojadas, como la historia nos enseña una y otra vez", dijo Bourdain.

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Incluso si no tienes fondos disponibles para viajar, obtén un mapa para tus hijos.

Obtén una suscripción a National Geographic, o ve a la biblioteca y consíguelos allí.

Aprendan un idioma juntos.

Dale alojamiento a un estudiante de intercambio.

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Considera estirar las mentes de tus hijos exponiéndolos a diferentes acentos, idiomas, comidas, imágenes y sonidos. Escucha. Mira. Aprende. Preséntate a las personas en el camino. Porque si les presentamos a los niños personas, lugares y cosas diferentes de lo que ellos saben, tendrán menos miedo. Ellos serán más comprensivos. Y será más probable que superen cualquier división y mejoren el mundo para la próxima generación.

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