Este fin de semana la duquesa de Sussex celebró su cumpleaños número 37 y acompañó a su esposo, el príncipe Harry, a la boda de su mejor amigo en la villa Frensham, en el Reino Unido. Y aunque Meghan Markle lucía muy elegante con su vestido negro con blanco, la estadounidense tuvo un pequeño accidente con los botones del torso, y un pedacito de su sostén quedó brevemente expuesto.
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Meghan llegó a la boda de Charlie van Straubenzee con un diseño de Club Monaco, con botones en la parte superior y plisados en la falda bicolor, combinado con unos tacones de talón descubierto de Aquazzura, y un delicado sombrero de Philip Treacy.
Para delinear su cintura, la duquesa le agregó un cinturón de cuero al vestido, y como accesorios llevó un clutch con broche dorado, un brazalete metálico y unas gafas oscuras.
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En un momento, mientras saludaba a los fotógrafos, se le desabotonó el vestido y su bra de encaje negro se asomó ligeramente.
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Si bien fue algo accidental, y realmente el botón fuera de lugar no reveló mucho, en las redes sociales se habló mucho en torno a lo ocurrido con la vestimenta de la duquesa, y es que como la realeza está siempre en boca de todos, un diminuto detalle como este puede provocar muchas olas.
De cualquier forma, Markle mantuvo siempre la sonrisa en su rostro y disfrutó del evento, felizmente tomada de la mano del príncipe Harry.
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