Todos conocemos la agradable sensación de salir de la ducha y envolvernos en una almidonada y enorme toalla limpia, con rico aroma a suavizante. Pero realmente, ¡no sería necesario usar una nueva cada vez que nos bañamos! Descubre cuántas veces podrías secarte con una toalla de baño antes de lavarla.
Ni demasiado, ni muy poco
“Es un asunto de preferencia personal, pero lavarlas tras cada uso sería algo excesivo”, dijo Carolyn Forte, directora del Laboratorio de Limpieza en el Instituto Good Housekeeping, a dicha revista. “Si las cuelgas en un barral para toallas y dejas que se sequen bien después de cada uso, las toallas de baño pueden ser utilizadas tres veces o aún más, antes de ponerlas a lavar. Lavarlas y secarlas demasiado seguido haría que se desgasten más rápido, y sería una pérdida de tiempo y energía”, opinó.
Ten en cuenta que lo ideal sería cambiarlas después de tres usos, no tras tres días en los que las toallas están en uso. La diferencia es importante: piensa que algunas personas se duchan más de una vez por día, mientras que otras podrían no hacerlo a diario. Por eso, como explicó la experta en limpieza Jodie Kerr a Esquire, tres usos podría ser un buen parámetro para saber cuándo poner una toalla en el canasto de la ropa sucia.
Eso sí, según la experta, si prefieres lavarla después de dos usos, o hasta intercambiarla por una nueva recién tras usarla cuatro veces, ¡también estaría bien!
¿Y las toallas de mano?
Pero las pequeñas toallas de mano que cuelgas en el baño para ser usadas por todos los que habitan en tu casa, sí que necesitarían lavarse más a menudo. “Se ensucian más rápido, porque las usas más que una vez al día. Deberían ser cambiadas cada par de días, o incluso cada día, si tienes una familia grande”, aclaró Forte.
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