Los lentes de contacto pueden llegar a ser como una segunda piel: son tan cómodos que olvidas que los traes puestos. Pero si no te los quitas ni para dormir, ¡cuidado! Un nuevo estudio revela que podrías estar poniendo en peligro tus ojos.
¡Ojo con los riesgos!
Un reciente análisis publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades examinó más de mil informes de queratitis –infección de la córnea–, relacionados con el uso de lentes de contacto.
¿Qué surgió del estudio? Las conductas de riesgo que podrían haber generado un porcentaje de las queratitis. Éstas son:
• Dormir regularmente con lentes de contacto – 11.3%
• Usarlos por más tiempo del plazo señalado – 7.9%
• Dormir ocasionalmente o tomar siestas con las lentillas puestas – 7%
• Nadar sin quitárselas – 0.9%
• Guardarlas en agua del grifo – 0.8%
• Usar lentillas o productos expirados – 0.7%
Casi el 20% de los informes revisados fueron de pacientes con lesiones que resultaron en cicatriz corneal, disminución de la visión o que requirieron un trasplante de córnea, señala NPR. ¿Necesitas otras razones para cuidarte? ¡Te damos una más!
Tenlo en cuenta: Protégete con estilo de la luz azul de las compus con lentes sofisticados
Por qué nadar sin lentillas
Timothy Gibbons, optometrista del Centro de Salud de la Universidad de Utah, señala en el portal Health Feed que el agua es hogar de todo tipo de virus y microbios, algunos de los cuales ni el cloro puede eliminar. Por esto, no deberías exponer tus lentes de contacto al agua del grifo, piscinas, océanos, lagos, jacuzzis y duchas.
Si no puedes evitarlo, Gibbons recomienda utilizar goggles, remover las lentillas inmediatamente después del baño y sumergirlas por 24 horas en solución para lentes.
Y si tienes más dudas de cómo cuidar tus ojos, consulta a tu oftalmólogo.
MIRA TAMBIÉN:
Boom de problemas visuales en China (y en el mundo). Adivina qué puede estar detrás