Una investigación reciente en el diario Circulation de la American Heart Association indica que la exposición infantil al humo del cigarro se relaciona con un alto riesgo de desarrollar placa en las arterias carótidas durante la adultez. El riesgo puede ser hasta cuatro veces mayor para los niños con padres que fuman y tienen mala higiene en cuanto a su hábito de fumar.
Los resultados del estudio se suman a la creciente evidencia de que la exposición al humo del cigarro de los padres causa efectos irreversibles en la salud cardiovascular de los niños al llegar a la adultez.
La respuesta obvia es no fumar; sin embargo, “los padres que están intentando dejar de fumar pueden reducir parte del riesgo potencial a largo plazo al reducir activamente la exposición pasiva de sus hijos al cigarro (por ejemplo, no fumar dentro de la casa, del auto, o fumar lejos de sus hijos)”, dijo el Dr. Costan Magnussen, autor del estudio y profesor adjunto de epidemiología cardiovascular en la Universidad de Turku en Finlandia. “No fumar en absoluto es por mucho la opción más segura”.
En resumidas cuentas, fumar deteriora tu propia salud y puede causar enfermedades cardiovasculares, entre otras complicaciones. Pero si decides seguir fumando, hay maneras de crear un ambiente saludable para tus hijos.
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