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A las chicas preadolescentes les preocupa el cáncer de mama si ha aparecido en su familia

Una médica recomienda que se mantengan conversaciones honestas para aliviar el malestar

LUNES, 19 de octubre de 2015 (HealthDay News) -- Las chicas preadolescentes con antecedentes familiares potentes de cáncer de mama están más preocupadas que las demás chicas de su edad sin antecedentes por si ellas mismas contraerán un cáncer de mama, según una nueva investigación.

Aunque los investigadores hallaron que las chicas con antecedentes familiares de cáncer de mama están tan bien adaptadas como las otras chicas de su edad, el estudio indicó que los miedos crónicos pueden llevar a una conducta arriesgada en la adolescencia.

La investigación contó con más de 800 chicas cuyas madres u otros miembros de la familia habían sufrido un cáncer de mama o mutaciones que se sabe que aumentan el riesgo de cáncer de mama.

"Parece que les va igual de bien que a las de la misma edad en cuanto a la adaptación psicológica general", dijo la Dra. Angela Bradbury, autora principal del estudio y profesora asistente de medicina en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. Pero halló que "están más preocupadas [por el cáncer de mama]".

Además, cuanto mayor es el malestar de la madre, mayor es el malestar que sufren las hijas, señaló.

No está claro si esta ansiedad es motivo de preocupación, y el estudio no muestra que los antecedentes de cáncer familiares provoquen problemas psicológicos.

"Una cierta cantidad de preocupación puede servir de motivación, y eso puede ser bueno", dijo Bradbury. Las chicas con antecedentes familiares de cáncer de mama, por ejemplo, podrían prestar más atención a las medidas de prevención, como puede ser el hecho de hacer ejercicio de forma regular o, más adelante, realizar evaluaciones rutinarias tal y como se recomienda.

Por otra parte, podrían sentir que eso no vale para nada, y entonces se cuidarían menos, señaló. El estudio indicó, por ejemplo, que el estrés crónico puede asociarse con conductas como el consumo de tabaco y de alcohol.

"Necesitamos más datos para ver si esa preocupación es perjudicial o es una oportunidad", comentó Bradbury.

Tener una familiar de primer grado (madre, hermana o hija) con cáncer de mama supone tener aproximadamente el doble de probabilidades de contraer un cáncer de mama, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).

El nuevo estudio, publicado el 19 de octubre en línea en la revista Pediatrics, examinó a 869 parejas de madres e hijas para ver cómo esta herencia afectaba al desarrollo psicológico de las hijas. Se realizó una encuesta a las chicas, de entre 6 y 13 años de edad, y a sus madres en cuatro ciudades de Estados Unidos y en Ontario, Canadá, desde agosto de 2011 hasta julio de 2013.

Los investigadores preguntaron sobre la adaptación general, el malestar sobre el cáncer de mama, el riesgo percibido de sufrir cáncer de mama y otros datos. Las madres respondieron a las preguntas si sus hijas tenían 9 años o menos; en caso contrario, respondieron las madres y las hijas.

Las chicas con antecedentes familiares de cáncer de mama tenían una probabilidad casi 3 veces mayor de reportar que ellas tenían un riesgo más alto de cáncer de mama que las chicas de su edad sin dichos antecedentes. Pero muchas chicas de ambos grupos no estaban seguras de cuál era su riesgo, descubrió Bradbury.

Sara Rivero-Conil, psicóloga pediátrica en el Hospital Pediátrico Nicklaus de Miami, no se mostró sorprendida de que las chicas con antecedentes familiares de cáncer de mama estuvieran tan bien adaptadas como sus pares. Dijo que quizá incluso estén mejor adaptadas que las chicas que no han tenido que enfrentarse con un diagnóstico tan espantoso.

"Los niños expuestos a más traumas médicos de este tipo tienden a crecer más rápidamente. De algún modo se han visto forzados a hacerlo", dijo Rivero-Conil, que no participó en el estudio.

Para apaciguar la preocupación, recomienda a las madres con cáncer de mama que hablen con sus hijas de su enfermedad.

"Ofrézcale hechos sobre el diagnóstico y el tratamiento", aconsejó Rivero-Conil. También añadió que es un buen momento para hablar con sus hijas sobre lo que pueden hacer en cuanto a la dieta y otras medidas del estilo de vida para minimizar el riesgo.

"Reconozca las emociones que tengan", dijo. "Esto da miedo".

Luego, según Rivero-Conil, hablen como familia para planificar cómo van a salir adelante juntos.

Las madres con un cáncer de mama deberían asegurarse de que ellas mismas se están adaptando y afrontándolo bien. Cuando las madres se sientan menos ansiosas, dijo, es muy probable que las hijas también se sientan igual.

Más información

Para más información sobre los antecedentes familiares de cáncer de mama, visite la Sociedad Americana Contra El Cáncer.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2015, HealthDay