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El Blog de Maritza Rodríguez: La cotidianidad en la maternidad

Pensamos que al ser madres pondríamos nuestra vida cotidiana, nuestra autonomía y nuestra libertad en peligro o peor aún, las perderíamos indefinidamente.

El cambio en la cotidianidad de la vida es una de las cosas a las que más le tememos la mayoría de las mujeres a la hora de decidir ser o no madres. Es natural, pensamos que la vida nos dará un giro y nos cuestionamos las cosas que dejaríamos de hacer al tener hijos.

 

Pensamos que al ser madres pondríamos nuestra vida cotidiana, nuestra autonomía y nuestra libertad en peligro o peor aún, las perderíamos indefinidamente. Esta preocupación la experimentamos especialmente las mujeres que decidimos tener hijos después de los treinta.

 

Pero les digo amigas, ya cuando rompes con ese miedo y decides hacerlo, no piensas en eso. Tu preocupación se origina desde otro punto de vista y es el no poder estar con ellos todo el tiempo porque tienes que dejarlos en casa para ir a la oficina, de viaje o en mi caso a un set de grabación; porque tienes que trabajar y tu vida "continua". Al convertirnos en madres nos damos cuenta que en realidad la vida como la conocemos no para y debemos continuar con lo que hemos construido hasta ese momento en todos los aspectos. Lo que suele suceder es que ahora nuestra preocupación radica en dos sensaciones particulares que son la culpa de dejar a nuestros hijos por continuar con nuestras responsabilidades, y el miedo de perder esa íntima conexión con ellos, porque pasan más tiempo con la niñera o con  la abuela que contigo.

 

En todo este maravilloso y profundo aprendizaje y en mi preparación para ser una madre dadora y espiritual, he pasado también por esto. Créanme que en medio de estos temores, y mientras trato de manejarlos interiormente para que no me abrumen, busco la manera de crear puentes que me permitan dar amor y no entrar en un torbellino de emociones que terminen afectando a mis hijos, cuando son ellos los maestros de mi transformación y crecimiento como mamá, esposa y mujer. Esta experiencia me ha llevado a entender que la energía que yo maneje, es la que me va a permitir mantener la conexión con ellos.

 

Aquí les comparto algunas de las cosas que más pongo en práctica para lograr ese balance de energía:

 

  • - Cuando me voy de viaje mi alma siente que nunca se va, que siempre estoy con mis hijos y parto con amor, así que aunque físicamente no esté mi energía se queda y los acompaña.

 

  • - Cuando llego a casa después  de un día largo de trabajo estoy con ellos al 100% por un buen rato, pongo a un lado el celular o cualquier pendiente que tenga para hacer y solo me dedico a estar con ellos. De esta manera ellos van conociendo el mundo de mamá  y aprenderán a compartirme y respetar mi vida, que igualmente continuará una vez ellos crezcan y partan a hacer la suya. Durante esos momentos con ellos procuro hacer actividades especiales o juegos que ellos relacionen hacer solo conmigo, para así fortalecer esa conexión única que solo tendrán con su mamá.

 

  • - No tengo miedo de corregirles porque paso más tiempo fuera que con ellos, ni les permito hacer lo que quieran si no está correcto.

 

  • - Hago las correcciones necesarias con amor, así ellos me escucharán y mantendré una comunicación amorosa pero con autoridad.

 

  • - Sin importar las situaciones que este enfrentando, no me proyecto débil ni insegura frente a ellos, por que eso afecta la integración y el flujo de buena energía que mis hijos perciben durante el tiempo que pasan conmigo.

 

  • - No dejo perder mi energía de madre en el hogar, para así asegurarme que en cada día siempre haya un espacio para la esposa y la mujer que también soy.

 

  • -Con amor y respeto les hago saber a mis seres queridos o personas que trabajan para mí que no busquen reemplazar mi energía por la de ellos. Es muy importante tener claro cada uno de los roles, así los niños sabrán quien es quien, eso lo logran manteniendo un diálogo afectivo y una comunicación sana.

 

¡Espero que mi experiencia las logre inspirar un poco más!

 

Seguiremos en contacto y me encanta compartir este espacio con ustedes.

 

¿Cómo han sido sus experiencias? ¡Quiero saber!  

Pueden preguntarme usando el hashtag:  #ElBlogdeMaritzaRodriguez

 

Besos,

Maritza

 

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