En la primera mitad del siglo XX eran comunes los letreros que anunciaban que “no se atienden niños en este consultorio dental”.
Por fortuna, ¡los tiempos han cambiado!
En la actualidad se recomienda que un niño realice su primera visita al dentista al cumplir el primer año de edad o seis meses, después del brote del primer diente.
Si tu dentista no atiende niños, solicita referencia de otro dentista general o dentista pediátrico que sí lo haga. Puedes solicitar referencias a muchos dentistas si deseas explorar diferentes posibilidades. También puedes consultar con tus amigos, familiares, vecinos o compañeros de trabajo que tengan hijos para que te den su mejor recomendacón.
Un dentista pediátrico debe tener preparación en procedimientos dentales preventivos, materiales dentales, técnicas de restauración y ortodoncia básica. También son útiles los conocimientos en medicina pediátrica, patología oral y desarrollo infantil. A pesar de que a muchos dentistas generales les agrada atender niños, un pequeño puede beneficiarse de la visita a un dentista pediátrico.
La capacitación adicional del dentista infantil, así como un ambiente equipado de manera específica para niños, puede ayudar a crear una experiencia más positiva para un pequeño. Un dentista pediatrico puede ser útil para los niños que se asustan o que requieren trabajo dental extensivo. Tanto si terminas por visitar un dentista general como si eliges uno pediátrico, es importante tener presente que la meta es crear una buena experiencia durante la primera visita de tus hijos al dentista.
¿Tienes hijos? Cuéntanos cómo les fue en la primera cita con el dentista...